El llamado corazón de atleta: cómo el deporte moldea la salud cardíaca
Escrito por:El corazón de la mayoría de las personas que realizan deporte regularmente no es muy distinto al de una persona sedentaria. Si la regularidad y el nivel de esfuerzo son más importantes, comienzan a ser evidentes unos cambios adaptativos como:
- La dilatación leve de las cavidades cardiacas.
- El aumento de grosor de su pared muscular (hipertrofia).
- El aumento del volumen sistólico (cantidad de sangre que el corazón es capaz de bombear en cada latido y que es consecuencia de lo previo).
- La reducción de la frecuencia cardiaca (por el aumento del volumen latido y aumento del tono vagal).
Estos cambios dependen de la edad, género, raza, tamaño corporal y el tipo e intensidad del deporte realizado. En deportistas importantes, de competición y élite, estos cambios pueden ser más acentuados y se denominan "corazón de atleta" y en ocasiones se requiere una valoración por parte de un especialista en Cardiología para comprobar hasta qué punto es una adaptación o pueden constituir un problema.
¿Cuáles son los beneficios de hacer deporte para el corazón?
Son muchos y sobre todo indirectos, a través del efecto beneficioso en las arterias, músculos, articulaciones y estado de ánimo. Mejora sobre todo el funcionamiento del endotelio vascular (capa de células que recubren el interior de las arterias) de las arterias coronarias, la aorta, arterias cerebrales y otras periféricas, lo que constituye una defensa frente a la aterosclerosis y accidentes cardiovasculares.
Esta mejoría del endotelio y su función se producen por un efecto mecánico, es decir por un aumento del flujo sanguíneo, oscilaciones del mismo y fricción sobre el endotelio que es ciertamente diferente según el tipo de ejercicio físico. Asimismo, la intensidad de este efecto mecánico es proporcional a la duración e intensidad del ejercicio físico realizado, así como a la masa muscular involucrada en el mismo.
Recomendación de ejercicios buenos para el corazón
Cualquier ejercicio es mejor que el sedentarismo, pero los más beneficiosos son los aeróbicos que implican fundamentalmente al tren inferior o los 4 miembros con niveles moderados de carga: correr, remo, spinning, nadar, bicicleta, baile, y patinar entre otros muchos.
Los deportes que implican exclusivamente el tren superior ofrecen menos beneficio cardiovascular y deben minimizarse en personas con problemas de corazón. En cualquier caso, el efecto beneficioso del ejercicio se asocia más a la regularidad y no tanto al tipo o la intensidad con la que se realiza.
¿Qué pautas y rutinas se recomienda llevar a cabo para mantener una buena salud en el corazón?
Lo mejor para el corazón es estar contento y evitar las preocupaciones innecesarias, que son aquellas que nosotros buscamos. Al corazón le van mejor las satisfacciones conseguidas con esfuerzo (sobre todo si redundan en otras personas) que las alegrías efímeras sin esfuerzo o con trampas y atajos.
También debemos tener en cuenta una serie de pautas como:
- Lo más importante es la dieta: debe ser variada y saludable, con la pirámide mediterránea como base y en general evitando el exceso de grasas saturadas de origen animal y carbohidratos.
- En segundo lugar, evitar el estrés (no acaparar más trabajo u ocupaciones de cualquier tipo que sobrecarguen el día a día), descansar antes de llegar al agotamiento e irritabilidad, desconectar del móvil 4-5 horas antes de acostarse, dormir lo necesario (7-8 horas) y no olvidar reír o sonreír y ayudar a alguien que lo necesite o dedicar tiempo a los demás cada día.
- En tercer lugar, evitar los tóxicos como el tabaco y el alcohol de alta graduación, reduciendo el consumo de vino y cerveza a 1-2 copas al día.
- Por último, realizar un ejercicio físico moderado al menos 3-4 días a la semana y mejor aún si es diario.
Hábitos y prácticas deportivas perjudiciales para el corazón
Lo más importante es no pensar que el ejercicio es una "licencia para relajarnos" con la dieta, el sobrepeso, aumento de grasa o perímetro abdominal, el alcohol o el tabaco y la hiperactividad estresante. En estas condiciones el ejercicio puede ser contraproducente y aumentar el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Realizar un ejercicio excesivo que nos resulte extenuante o realizarlo con estrés (competiciones excesivas o duras) o miedo porque impliquen riesgo de accidentes, no es beneficioso para nuestra salud. Más que al ejercicio en sí mismo, nuestros esfuerzos para cuidar nuestro corazón deben dirigirse de forma global hacia lo que llamamos un estilo de vida saludable.