Autoestima y dependencia emocional: ¿cómo se influyen?

Escrito por: Laura Palomares Pérez
Publicado:
Editado por: Marga Marquès Gener

Denominamos dependencia emocional al patrón de conducta que se caracteriza por un anhelo constante de validación y aprobación por parte de otro. Esta necesidad se manifiesta de diferentes maneras, que incluyen una constante necesidad de recibir atención y también la imposibilidad de tomar decisiones propias si no se tiene la aprobación de la otra persona. Esta otra persona puede ser la pareja, pero también un amigo, un familiar o cualquier figura que sea importante y significativa en la vida de la persona.

 

La dependencia va erosionando la autoestima de la persona, y esta
acaba considerando su valía en función de la aprobación del otro

 

¿Cómo influye, en concreto, la dependencia emocional en el ámbito relacional?

Esta dependencia puede verse reflejada en un miedo irracional y muy profundo a quedarse solos, lo que hace que la persona se “enganche” emocionalmente al otro. Otra manera en que la dependencia emocional puede manifestarse es el miedo a expresarse tal y como uno es, puesto que la propia personalidad queda a merced de la voluntad del otro. Por otro lado, la ansiedad es una característica habitual, pues las personas dependientes sufren inquietud ante la sola idea de ser rechazadas o abandonadas.

 

Este patrón de conducta dependiente afecta a las relaciones de tipo amoroso, pero también, como ya hemos dicho, a las relaciones de amistad y también a los vínculos de tipo laboral. En todo caso, se crean dinámicas en las que la autoestima de la persona dependiente está constantemente influida por la opinión y la percepción de la otra persona, por lo que el dependiente se valora en función del otro.

 

Es necesario comprender cómo funciona este patrón y saber en qué consiste cada uno de sus elementos para abordar de forma correcta cuál es la conexión entre la autoestima y la dependencia emocional. En el siguiente artículo reflexionamos sobre ello, con el objetivo de afrontar esta dependencia y evitar que ejerza un impacto negativo sobre nuestra autoestima.

 

¿Cómo se influyen autoestima y dependencia emocional?

La influencia que se establece entre la autoestima y la dependencia emocional es bastante compleja y, al mismo tiempo, significativa. La persona dependiente ve como su autopercepción se ve influida por cómo la perciben los otros, en especial, las personas con las que mantiene un vínculo afectivo. En ocasiones, se establece un círculo vicioso en el cual la autoestima va fluctuando en función del feedback que el/la dependiente recibe del otro.

 

Entonces, ¿cómo se influyen autoestima y dependencia emocional? Poco a poco, esta dependencia va erosionando la autoestima de la persona, y esta acaba considerando su valía en función de la aprobación del otro. De esto se deduce que, ante una crítica o un alejamiento, la persona dependiente puede sentir menguar considerablemente su autoestima y puede sentir emociones muy negativas, como la sensación de ser un inútil. Por ello, no es extraño que las personas dependientes “sacrifiquen” sus necesidades e inhiban sus deseos para no dañar el vínculo emocional con la persona de la que dependen. Esto, por supuesto, solo contribuye a empeorar su autoestima.

 

Como vemos, es importante reconocer la relación existente entre autoestima y dependencia emocional para abordar este problema de forma efectiva. Si conseguimos diseñar una autoestima sólida e independiente a las opiniones ajenas, podremos romper este círculo vicioso que supone la dependencia emocional.

 

¿Cuál es el impacto de la dependencia emocional en la autopercepción?

La autopercepción se ve seriamente dañada ante la dependencia emocional. Si dependemos del otro para moldear la opinión que tenemos de nosotros, es lógico pensar que quienes están atrapados en vínculos de dependencia internalizan las expectativas del otro y, por tanto, se forman una imagen muy distorsionada de lo que en realidad son. La autopercepción refleja, pues, lo que el otro piensa de ellos.

 

Por supuesto, esto produce una autoestima baja, en la que la valía de la persona se calcula en función de cuál es la opinión del otro. Por ello, las críticas (incluso las que no revisten gravedad) pueden generar una marea de dudas y una feroz autocrítica, y la aprobación externa genera una confianza efímera. En resumidas cuentas, la dependencia emocional empaña la visión realista y objetiva que la persona tiene de sí misma.

 

Para contrarrestar esto, es esencial cultivar una autoconciencia sana. En otras palabras, es necesario desafiar las creencias negativas que generan autodestrucción, pues derivan de una dependencia emocional que impacta negativamente en nosotros. Sólo a través de este desafío podremos construir una autoimagen saludable e independiente que no dependa de la opinión del otro. 

 

¿Cuáles son sus consecuencias?

La dependencia emocional produce un profundo impacto a la hora de tomar decisiones, pues confunde las líneas que separan las necesidades del individuo y las expectativas del otro. Los que se encuentran en este círculo vicioso a menudo lidian con verdaderos dilemas, puesto que sus decisiones se moldean con la necesidad de no perder la aprobación del otro y, por tanto, el vínculo emocional.

 

Aquí la autoestima juega un papel importantísimo, puesto que el miedo a perder el vínculo o a quedarse solo/a puede conducirnos a tomar decisiones que no tengan nada que ver con nuestros deseos y objetivos vitales. En estas ocasiones, se sacrifica la propia autonomía (tan necesaria para mantener una autoestima sana) para “salvar” el vínculo, y se perpetúa de esta forma el círculo vicioso. 

 

Es crucial identificar esta dinámica; de lo contrario, nos será muy difícil recobrar el control sobre nuestras decisiones. Así, el fortalecimiento de la autoestima nos brinda las bases para decidir de forma coherente con lo que somos y con lo que queremos, y liberarnos así de la cárcel de la dependencia emocional. 

 

Compromiso con el desarrollo personal

El proceso no es necesariamente fácil; escapar de la dependencia emocional requiere de un compromiso personal con nuestro propio desarrollo. Primero, como ya hemos dicho, es necesario identificar los patrones equivocados de pensamiento y desafiarlos. Este proceso no es fácil, por lo que quizá te será necesario acudir a un profesional para que te oriente y te brinde herramientas efectivas.

 

Por otro lado, el autocuidado resulta esencial, puesto que refuerza el camino de la autonomía. Por autocuidado entendemos, entre otras cosas, practicar actividades que nos agraden y que sean exclusivamente propias. Una red de apoyo que se encuentre separada del vínculo emocional que nos genera dependencia es también una buena forma de encontrar ayuda.

 

En resumen, está comprobado que la dependencia emocional influye negativamente en la autoestima y crea un círculo vicioso altamente destructivo que merma la autopercepción de la persona dependiente. Al depender de la aprobación del otro, surge una percepción altamente distorsionada de uno mismo. Por otro lado, nuestras decisiones están también influidas por el miedo irracional a quedarnos solos y/o perder el vínculo emocional.

 

Superar estos patrones de conducta dependiente implican un compromiso personal con nuestro desarrollo y nuestra autoaceptación. Es necesario construir relaciones sanas que estén basadas en la autonomía emocional, pues solo de esta manera podremos conseguir una autoestima sólida y una vida realmente satisfactoria.

Por Laura Palomares Pérez
Psicología

La Sra. Laura Palomares Pérez es una gran especialista en Psicología. Cuenta con más de 25 años de experiencia en la profesión y una extensa formación en distintos ámbitos de la especialidad. En concreto, es experta en psicoterapia, problemas sexuales, terapia de pareja, terapia Gestalt, terapia EMDR e hipnosis clínica, entre otros tratamientos y patologías.

Licenciada en Psicología por la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta con un Máster en Sexología en el Instituto de Ciencias Sexológicas de Madrid InCiSex y es experta como Formadora en Educación Sexual por el mismo instituto. A lo largo de su trayectoria profesional, ha combinado su labor asistencial con la docencia, siendo tutora de prácticas externas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y en la Universidad Isabel I de Madrid.

En la actualidad, ejerce en Avance Psicólogos y es miembro de la Asociación EMDR España y de la Asociación Española del Trauma Psicológico (AETPS).

Ver perfil

Valoración general de sus pacientes


  • Tratamientos relacionados
  • Cambio de sexo
    Tratamiento psicológico
    Terapia de pareja
    Psicología infantil
    Neuropsicología
    Evaluación psicológica
    Histeria
    Trastornos psicóticos
    Trastornos alimenticios
    Psicofarmacología
    Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.