Artroscopia de muñeca: una técnica mínimamente invasiva para tratar lesiones y mejorar la movilidad
Escrito por:La artroscopia de muñeca es una técnica médica de vanguardia utilizada, entre otros, en el campo de la Traumatología que permite diagnosticar y tratar diversas lesiones en la articulación de la muñeca. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, en el que se emplean instrumentos de tamaño diminuto para acceder a la articulación y tratarla. En este artículo, el especialista en Traumatología Sergi Alabau explora en qué consiste la artroscopia de muñeca, cuáles son las condiciones médicas que puede tratar, sus ventajas frente a otros procedimientos quirúrgicos, el proceso de recuperación y los posibles riesgos asociados.
se emplean instrumentos diminutos para tratar lesiones de la muñeca.
¿En qué consiste la artroscopia de muñeca?
La artroscopia de muñeca es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que permite estudiar el interior de la articulación de la muñeca mediante pequeñas incisiones. A través de estas incisiones, se introducen diminutos instrumentos, incluida una cámara especializada, que permiten visualizar el interior de la muñeca en un monitor. Esta visión ampliada y detallada facilita el diagnóstico preciso de lesiones en ligamentos, cartílagos o huesos.
¿Qué patologías pueden tratarse con esta técnica?
La artroscopia de muñeca ofrece varias ventajas en el diagnóstico y tratamiento de lesiones que a menudo no son detectables mediante técnicas de imagen como la resonancia magnética. Algunas de las afecciones más comunes que pueden tratarse mediante esta técnica incluyen:
- Ganglios o quistes sinoviales.
- Lesiones de ligamentos e inestabilidades del carpo, como el ligamento escafolunar y lunopiramidal.
- Lesiones del fibrocartílago triangular.
- Artrosis trapeciometacarpiana o rizartrosis.
- Lesiones de cartílago como muñeca SNAC o SLAC.
- Tratamiento de fracturas del radio distal.
¿Qué ventajas presenta frente a otros procedimientos quirúrgicos?
En comparación con otros procedimientos quirúrgicos tradicionales, la artroscopia de muñeca presenta diversas ventajas significativas. Al ser una técnica mínimamente invasiva, se logra una reducción considerable de cicatrices, lo que mejora la estética y acelera el proceso de recuperación. Además, los pacientes sometidos a esta técnica suelen experimentar una mejor movilidad y un resultado final más satisfactorio.
¿Cómo es el proceso de recuperación tras esta intervención?
En consonancia con el punto anterior y dado que la artroscopia de muñeca es un procedimiento mínimamente invasivo, el proceso de recuperación también es generalmente más rápido y cómodo que en procedimientos quirúrgicos convencionales. Las mini incisiones, que tienen un tamaño inferior a 5 mm, suelen requerir solo un punto de sutura o incluso una tirita de papel. Estas incisiones mínimas permiten una pronta cicatrización y disminuyen el riesgo de infecciones.
Por esta razón, en casos donde los ligamentos presentan la estabilidad adecuada, la rehabilitación puede iniciarse de manera inmediata, a tan solo 24-48 horas después de la cirugía, lo que permite una pronta recuperación funcional.
Por supuesto, como en cualquier cirugía, existen ciertos riesgos asociados con la artroscopia de muñeca. En este sentido, los más comunes incluyen infecciones y rigidez postoperatoria. Además, en casos poco frecuentes y si la técnica no se realiza correctamente, incluso puede haber un riesgo transitorio de lesión en nervios sensitivos o tendones de la mano. Sin embargo, gracias a la precisión que caracteriza esta técnica, se ha logrado reducir significativamente los porcentajes de aparición de estas y cualquier otra complicación.
