Altas capacidades y altas sensibilidades: tener en cuenta estos rasgos en consultas psiquiátricas y médicas

Escrito por: Dra. Marta Sanz Amador
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

La alta capacidad intelectual se refiere a la capacidad cognitiva y de aprendizaje que excede a la capacidad media poblacional. Se identifica al constatar un coeficiente intelectual superior a 130 en las pruebas de inteligencia estandarizadas.

 

Además de las habilidades de razonamiento avanzadas, creatividad destacada y capacidad para resolver problemas complejos, estas personas tienen un pensamiento abstracto y analítico muy desarrollado y una gran capacidad de encontrar conexiones rápidas entre conceptos y soluciones innovadoras.

 

El estudio de la alta capacidad en el entorno educativo suele estar muy orientado a cuidar un entorno educativo adecuado y proporcionar oportunidades de desarrollo para que alcancen todo su potencial.

 

La misma cualidad que se identifica en lo cognitivo se aplica en el funcionamiento emocional. Presentan un Sistema Nervioso Vegetativo y una emocionalidad más rápida de lo normal, reactiva, que les brinda una emocionalidad intensa e intuitiva.

 

A veces, esa intuición y esa emocionalidad poderosa los lleva a destacar de forma brillante y a conectar con el entorno como grandes líderes. Otras veces, les bloquea o les desborda y les hace sentir muy solos y hundidos.

 

Aquí conecta con la alta sensibilidad emocional. La relación entre la alta capacidad y la alta sensibilidad emocional es controvertida. Aún necesita ser estudiado y debatido en profundidad.

 

Es importante identificar los rasgos de las altas capacidades y sensibilidades
para ayudar al paciente a entenderlo y gestionarlo de manera saludable

 

La alta sensibilidad emocional se refiere a la capacidad de percibir y experimentar emociones de una manera más intensa y profunda que la mayoría de las personas. Es un rasgo de funcionamiento que se describe en un 20-30% de la población.

 

Las personas con este rasgo tienen una extraordinaria capacidad empática, así como una conciencia mayor de sus sensaciones y sus emociones. Esta cualidad les permite disfrutar de experiencias emocionales ricas y profundas, llenas de matices.

 

Sin embargo, les hace vulnerables al estrés provocado por la sobreestimulación emocional y sensorial. Y también vulnerables a la presión de las sensaciones que perciben a través de su extraordinaria empatía en las relaciones interpersonales.

 

Las emociones se expresan en el cuerpo, se activan continuamente de forma adaptativa permitiéndonos gestionar el mundo. La sobreactivación crónica hace que dejen de ser adaptativas, producen desajustes en nuestros sistemas de respuesta y nos lleven a enfermar física y psíquicamente.

 

No siempre en las personas con alta sensibilidad se reporta una alta capacidad. También hay un porcentaje de personas con alta capacidad cognitiva que, aparentemente, no tiene las mismas características en el área emocional.

 

Sin embargo, profesionales e investigadores de la alta capacidad intelectual, el talento y la superdotación han identificado y descrito el papel que juega en estos sujetos la alta sensibilidad emocional que los acompaña.

 

¿Cómo debe ser el trato con estas personas en las consultas psiquiátricas y médicas?

En mi experiencia con la alta sensibilidad emocional y la alta capacidad intelectual, es muy importante identificar estos rasgos para así ayudar al paciente a entenderlo, validarlo y aprender a gestionarlo de una manera saludable.

 

Con frecuencia, los pacientes con alta sensibilidad no se sienten comprendidos en las consultas médicas y psicológicas. Sienten que el terapeuta no capta en profundidad su emocionalidad compleja y se ven “etiquetados” en una categoría estándar con la que no se sienten identificados.

 

Es muy importante escucharlos con apertura y sin juicio. Acompañarlos en su proceso de salud y trabajar sobre un vínculo de seguridad y confianza en sus recursos propios para sanar.

 

Con frecuencia, es difícil el diagnóstico diferencial entre distintas entidades patológicas y los síntomas, que simplemente derivan de una emocionalidad intensa mal regulada pero no patológica.

 

Desde las consultas de Psiquiatría es muy interesante observar cómo el paciente manifiesta una capacidad de recuperación potente y rápida cuando se siente entendido y seguro, y se le aportan claves para su autorregulación.

 

La psicoeducación me parece crucial en las consultas médicas en general. En este perfil de funcionamiento es imprescindible y terapéutico acompañar al diagnóstico y al plan de tratamiento con psicoeducación.

 

¿Cuál es la importancia de tener en cuenta los rasgos de las personas con altas capacidades y altas sensibilidades en consultas psiquiátricas y médicas?

Identificar el funcionamiento altamente sensible permite aliarse con las ventajas de su empatía, flexibilidad, intuición y riqueza emocional para así poder devolver al paciente la responsabilidad de entrenar y convivir con la sobreactivación, desregulación y dificultad para establecer límites en las relaciones interpersonales. 

 

Quiero destacar también la necesidad de afinar en el diagnóstico diferencial para evitar una intervención yatrogénica y poder plantear una estrategia terapéutica individualizada y eficiente en cada paso del proceso de mejoría.

 

¿Cuáles son los peligros de no tenerlos en cuenta?

El peligro fundamental es hacer un mal diagnóstico y plantear una intervención que pueda causar daño al paciente o efectos secundarios innecesarios, así como profundizar en el sentimiento de soledad y de falta de pertenencia que suelen tener las personas de este perfil. 

 

Los humanos somos seres gregarios que necesitamos sentirnos validados y protegidos por la tribu. Cuando sentimos que esto no sucede, enfermamos. En este sentido, no validar este perfil y no cuidarlo puede suscitar el agravamiento de los síntomas en lugar de favorecer la mejoría clínica. 

 

Es importante subrayar también lo eficiente que puede ser incluir herramientas de aprendizaje en autorregulación emocional a través de la meditación y la terapia centrada en la compasión.

 

De lo contrario genera considerables costes al individuo y por supuesto también al sistema sanitario. Cuando se escala el malestar, el paciente solicita ayuda con sintomatologías muy incapacitantes como depresiones severas, trastornos funcionales, dolor crónico, etc.

 

Mi equipo atesora una larga trayectoria de abordaje multidisciplinar en estos perfiles en población adulta y, próximamente, iniciaremos un programa de atención en población infantojuvenil.

 

Ofrecemos talleres grupales online para personas con alta sensibilidad emocional dirigidos por profesionales altamente cualificados. En cada sesión se proporcionan claves psicoeducativas y se realizan ejercicios guiados de aprendizaje para la autoobservación y la autorregulación. 

Por Dra. Marta Sanz Amador
Psiquiatría

La Dra. Marta Sanz Amador es especialista en Psiquiatría y cuenta con más de 25 años de experiencia profesional. En los últimos años está especialmente interesada en la valoración y atención terapéutica a personas altamente sensibles, altas capacidades y procesos funcionales.

Actualmente, es psiquiatra del Centro terapéutico Bfine-Bmind, así como del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional.

Ver perfil

Valoración general de sus pacientes


  • Tratamientos relacionados
  • Cambio de sexo
    Terapia de pareja
    Tratamientos psiquiátricos
    Neuropsiquiatría
    Histeria
    Trastornos psicóticos
    Trastornos alimenticios
    Psicofarmacología
    Trastorno obsesivo-compulsivo
    Depresión
    Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.