Vídeos de Silvia García Graullera
La doctora García define el trastorno dismórfico corporal como: "El trastorno dismórfico corporal, antes llamado dismorfofobia, consiste en una preocupación exagerada y obsesiva por un defecto físico imaginario o tan leve y sutil que a veces es imperceptible para los demás. Normalmente los rasgos de los que se queja la persona o se obsesiona una persona suelen estar focalizados en la cara, suelen ser los ojos, boca, nariz, orejas o características faciales, como puede ser asimetrías, manchas, lunares, arrugas. También a veces está focalizado en el pelo, en entradas que puedan tener, en calvicie incipiente; la persona se ve fea, defectuosa y una especie de fealdad imaginaria. La persona lo vive con muchísima angustia mucha ansiedad y tiene bastante limitada su vida personal y social".
La doctora García explica que el tratamiento consiste en: "hay una serie de síntomas y signos muy comunes en personas que tienen este trastorno. Una de ellas es las autoverbalizaciones negativas. Hablan con la soluto desprecio acerca de su apariencia física. También pasan muchas horas delante del espejo analizando su defecto, su cara, su rostro, a veces incluso se tienen que medir diariamente si tienen la mancha que puedan verse ellos más grande o más pequeña. Y hablan continuamente del tema con sus familiares más cercanos. Con los desconocidos intentan disimular, pero con un su ambiente cercano llega a ser monotemático. También intentan camuflarse mucho, con ropa, con gafas, gorras, con maquillaje. Evitan situaciones en las que se tienen que exponer en público, como piscinas, playa, gimnasios".
La doctora explica claramente que existen riesgos en esta enfermedad: "este trastorno suele iniciarse en la adolescencia y cuando la persona acude a consulta suele tener ya varios trastornos asociados. Los más comunes son depresión, ansiedad, fobia social, abuso de alcohol y otras sustancias para intentar desinhibirse, incluso pensamientos suicidas".
La doctora explica la sintomatología que suelen padecer los pacientes: "al ser un trastorno con poca conciencia de enfermedad, cuando la persona acude a consulta suele haber un deterioro ya muy importante. Aquí es fundamental que la persona acuda a un especialista que esté acostumbrado a tratar este tipo de trastornos. La terapia de elección es la cognitiva conductual, combinado muchas veces con fármacos cómo puede ser los antidepresivos, inhibidores de la recaptación de serotonina. En el tratamiento se enseñará al paciente a entender un poco el trastorno y las características. Hacer una reestructuración cognitiva para tener pensamientos cognitivos más adaptativos y exponerse gradualmente a situaciones que le puedan generar ansiedad".