Vendaje funcional
VENDAJE FUNCIONAL
¿Qué es el vendaje funcional?
El vendaje funcional es un tipo de técnica de inmovilización parcial utilizado en lesiones tendinosas, musculares y de ligamentos. Se denomina “inmovilización parcial” porque el vendaje limita ligeramente la movilidad en el sentido del movimiento en que aparece dolor o podría agravarse la lesión. En cambio, sí permite el resto de movimientos de la articulación.
La ventaja de este tipo de vendajes es que evita los inconvenientes de la inmovilización completa (pérdida de masa muscular, riesgo de pérdida de densidad ósea u osteoporosis, problemas de circulación, tromboembolismo…). También permite apoyar la articulación y moverla de forma relativa.
Los vendajes funcionales pueden ser:
- Preventivos: Se realizan sin que haya una lesión previamente, pero tratan de minimizar el riesgo de sufrirla. Muchos deportistas, por ejemplo, llevan vendajes funcionales preventivos para evitar las lesiones de tobillo o esguinces.
- Vendajes terapéuticos: Se hacen para aliviar una patología o lesión, minimizando así el dolor y el riesgo de que se agrave, aunque permitiendo que la persona lleve a cabo su actividad deportiva de forma “normal”. Un ejemplo son los futbolistas. Cuando éstos sufren un esguince en el tobillo es distinto a si lo sufre cualquier persona no deportista profesional, a quien mantendría días sin poder caminar bien. Los futbolistas, normalmente, querrán jugar a pesar de la lesión, por lo que saldrán al campo con el vendaje funcional, limitando la movilidad de la lesión para que el tobillo no se resienta.
¿Por qué se realiza?
El vendaje funcional se utiliza en patologías traumáticas y deportivas, para tratar lesiones articulares de hombro, codo, muñeca, dedos, tobillo, rodilla, tobillo, cadera o espalda, entre otras zonas del organismo.
Los objetivos de todo vendaje funcional son:
- Sujetar y mantener en su lugar apósitos.
- Ejercer cierta compresión en las heridas, para contener hemorragias.
- Mantener férulas en su sitio.
- Inmovilizar o limitar los movimientos de las lesiones.
- Disminuir el dolor y el edema de las lesiones.
- Facilitar la regeneración de los tejidos, al permitir el movimiento.
- Corregir las deformidades.
- Facilitar y estimular el movimiento.
- Prevenir las lesiones y sus recaídas por traumas indirectos.
- Prevenir las posibles deformidades.
¿En qué consiste?
Todo vendaje funcional debe hacerse directamente sobre la piel, para que sea totalmente efectivo. Para ello es necesario que la piel esté rasurada. Lo ideal es usar unos sprays adhesivos especiales en la zona, que favorecerán que el vendaje se mantenga. Como el objetivo del vendaje funcional está pensado para que la persona mantenga su actividad física, es fundamental que quede bien pegado a la piel. Si no ocurre así, el vendaje perderá tensión y se moverá, sin hacer el efecto deseado. Esta primera fase se denomina pretape o prevendaje y su objetivo es proteger la piel, a la vez que servir de anclaje para las tiras adhesivas de vendaje (tape), que son las que verdaderamente corregirán y estabilizarán la articulación.
La segunda fase será el vendaje propiamente dicho. Se lleva a cabo con tiras elásticas inextensibles y rígidas, denominadas tape. Estas tiras proporcionan al paciente una fijación fuerte. Esto se regulará ajustando la tensión, para lograr la inmovilización deseada, aunque sin evitar los movimientos de la articulación, para que la persona pueda mantener su actividad sin sufrir más lesiones en la zona.
Otra posibilidad de vendaje funcional son las tiras elásticas, en caso de que se desee una sujeción menos rígida. Asimismo, también existen tiras de distintos grosores, almohadillas de espuma de distintas formas para hacer presión en el punto deseado o proteger zonas más sensibles, etc.
Es esencial que el vendaje se haga cuidadosamente, sin que queden arrugas (sobre todo en las zonas de apoyo), protegiendo las zonas delicadas de relieves óseos, zonas en que pasan los vasos sanguíneos, etc. y asegurándose de que se ha adaptado correctamente a la persona y a la lesión, para que note el vendaje cómodo, a la par que protegido. El vendaje se deja puesto y será necesario cambiarlo si deja de realizar su función (se aflojen las cintas, se despeguen…) o en función de las necesidades del paciente.
Preparación para el vendaje funcional
Antes de colocar un vendaje funcional es necesario que la zona esté correctamente limpia y rasurada, sin vello, para asegurar la máxima adhesión y funcionalidad del vendaje. No se requiere más preparación extra.
Cuidados tras la intervención
Tras la intervención el paciente solo deberá ser consciente de que sigue teniendo una lesión, a pesar de estar vendada, por lo que debe ser precavido con los movimientos y fuerzas ejercidas sobre ésta. En caso de seguir con dolores, el especialista recomendará el mejor tratamiento, en cada caso y cada lesión.
El vendaje funcional es una herramienta útil para tratar las lesiones, al evitar otras asociadas que pueden ocurrir con otros tipos de inmovilizaciones, tales como el yeso u otras técnicas.