¿Qué es un hemangioma?

Un hemangioma infantil (o simplemente hemangioma) es un tipo de tumor benigno que se forma por una proliferación de vasos sanguíneos en la piel o las mucosas y que suele hacerse evidente en las primeras semanas de vida, aunque por lo general no están presentes al nacimiento. Los hemangiomas pueden ser superficiales o profundos.

Un hemangioma superficial se aprecia como un área roja elevada en la superficie de la piel, y a menudo se lo denomina vulgarmente como «marca de la fresa» por su color y textura.

En cambio, un hemangioma profundo implica la proliferación de vasos sanguíneos bajo la superficie cutánea, a nivel más profundo, y pueden hacer que esta adopte un tono azulado.

Los hemangiomas pueden variar de tamaño y pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. Son muy comunes y afectan a alrededor del 5% de los bebés.

¿Los hemangiomas pueden desaparecer por sí solos?

Por lo general, los hemangiomas tienden a aumentar de tamaño rápidamente durante los primeros cuatro y seis meses de vida. Posteriormente tienden a estabilizarse, y la gran mayoría comenzarán a disminuir de tamaño progresivamente, sobre todo tras el primer año de vida, hasta desaparecer por completo con unos siete años de edad.

Aunque más de la mitad de los hemangiomas que no reciben tratamiento dejan una lesión residual, que puede variar desde un cambio de coloración y textura a una deformidad permanente, y puede originar un déficit funcional.

¿Qué causa los hemangiomas?

No está claro qué causa los hemangiomas, pero podrían ser el resultado de alteraciones en el tejido placentario en las primeras etapas del embarazo o de fenómenos de hipoxia (falta de oxígeno) durante el embarazo. 

No parece haber ningún vínculo genético; tener otro pariente con un hemangioma no aumenta las probabilidades de que un niño desarrolle uno.

¿Qué tratamientos existen?

Así, a pesar de que en muchos casos no se recomienda realizar tratamiento alguno, este se podría considerar según la localización y el riesgo de secuelas que tenga el hemangioma, recomendándose en tal caso una valoración precoz por el dermatólogo para no demorar el inicio del tratamiento en caso que este sea necesario.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que los hemangiomas infantiles localizados en la cabeza, el cuello y la región lumbosacra en ocasiones se asocian a malformaciones subyacentes.

¿Cómo se trata un hemangioma?

• En caso de considerarse oportuno iniciar tratamiento para el hemangioma, dicho tratamiento dependerá de diferentes factores, como son el tipo de hemangioma (superficial o profundo, focal o segmentario…), su localización, tamaño, etc. Actualmente existe un único tratamiento con indicación aprobada para tratar los hemangiomas, el propanolol, disponible en forma de jarabe, aunque en algunos casos pueden plantearse otras opciones terapéuticas como el uso de timolol tópico.
• El tratamiento con láser puede plantearse sobre todo en caso de lesión residual en forma de mancha rosada o arañas vasculares tras la involución del hemangioma.
• Raramente es necesario recurrir a la cirugía, si bien esta puede ser especialmente útil en casos especiales de hemangiomas, como aquellos que son pediculados (con una base muy fina) o ante residuos del hemangioma en forma de piel redundante.

¿Cuándo debemos acudir al especialista?

La valoración por un especialista en dermatología debe realizarse siempre que haya posibles complicaciones (ulceración, compromiso visual -por cercanía al ojo-, dificultad para la alimentación -si está cerca de la boca- o para respirar, especialmente en hemangiomas en área de la barba…).

También en casos en que el hemangioma se localice en el centro de la cara y/o las orejas, en el pecho (en mujeres) o línea media de la espalda.

Igualmente, en hemangiomas de tamaño mayor a 4 centímetros o si un bebé presenta al menos 5 hemangiomas, sea cual sea su tamaño y localización. ​

¿Qué tipo de especialista trata el hemangioma?

Aunque existe una variedad de especialistas que pueden participar en el tratamiento del hemangioma, en la gran mayoría de casos dicho tratamiento es coordinado por un dermatólogo.