Asma provocada por el ejercicio

¿Qué es?

El asma provocada por el ejercicio, también conocida como asma inducida por el ejercicio, es una variante del asma bronquial en la cual la actividad física desencadena síntomas respiratorios.

A diferencia del asma tradicional, donde los desencadenantes pueden ser alérgenos o factores ambientales, el ejercicio mismo se convierte en el desencadenante principal en esta condición.

 

Síntomas del asma provocada por el ejercicio

Los síntomas característicos de esta forma específica de asma incluyen:

Sensación de opresión en el pecho: Puede experimentarse una sensación de apretamiento o presión en el pecho durante o después del ejercicio. Tos persistente: La tos, especialmente después de la actividad física, es un síntoma común. Dificultad para respirar: La persona puede experimentar dificultad para inhalar y exhalar de manera eficiente durante el ejercicio. Sibilancias: Pueden producirse silbidos al respirar, indicando constricción de las vías respiratorias.

 

A diferencia del asma tradicional, el ejercicio mismo
se convierte en el desencadenante principal en esta condición.

 

Opciones de tratamiento

Medicamentos broncodilatadores: El uso de inhaladores que contienen medicamentos broncodilatadores, como el albuterol, puede ayudar a abrir las vías respiratorias y facilitar la respiración durante el ejercicio. Uso regular de medicamentos para el asma: En algunos casos, el médico puede recomendar el uso regular de medicamentos para el asma, como los corticosteroides inhalados, para controlar los síntomas a largo plazo. Calentamiento y enfriamiento adecuados: Realizar un calentamiento gradual antes del ejercicio y un enfriamiento adecuado después puede ayudar a prevenir la aparición de síntomas. Evitar ejercicio en ambientes fríos y secos: En situaciones donde el aire frío y seco pueda empeorar los síntomas, se recomienda evitar el ejercicio en esos entornos o tomar medidas preventivas, como cubrir la boca y la nariz con una bufanda.

 

Cómo prevenir el asma provocada por el ejercicio

Realizar pruebas de esfuerzo: Antes de comenzar un programa de ejercicios, especialmente si se ha experimentado asma inducida por el ejercicio en el pasado, es recomendable realizar pruebas de esfuerzo bajo la supervisión de un médico. Uso adecuado de medicamentos: Tomar los medicamentos según las indicaciones del médico, especialmente antes de la actividad física, puede prevenir la aparición de síntomas. Elegir actividades de bajo impacto: Optar por actividades que impliquen un menor esfuerzo físico o que sean menos intensas puede ser beneficioso. Monitorear el ambiente: Evitar el ejercicio en entornos con aire frío y seco o altos niveles de contaminación puede ayudar a prevenir los síntomas.

 

¿Qué especialista trata el asma provocada por el ejercicio?

El especialista médico encargado de diagnosticar y tratar el asma provocada por el ejercicio es el neumólogo. Este profesional de la salud tiene la experiencia necesaria para evaluar la función pulmonar, identificar desencadenantes específicos y diseñar un plan de tratamiento personalizado para manejar esta condición específica del asma.

Si experimentas síntomas de asma durante o después del ejercicio, es recomendable consultar a un neumólogo para obtener una evaluación completa y un enfoque de tratamiento adecuado.

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