Anestesia dental
Índice
- ¿Qué es la anestesia dental?
- ¿Por qué se realiza?
- Preparación para la anestesia dental
- Cuidados tras la intervención
- Alternativas a este tratamiento
¿Qué es la anestesia dental?
La anestesia local es una técnica que, mediante los compuestos de lidocaína y tetracaína, se bloquean los canales del ión sodio, eliminando, de esta manera, la sensibilidad de la zona en específico que se quiera anestesiar.
Hay diferentes tipos de anestesia, dependiento del tratamiento odontológico al que se vaya a someter el paciente:
- Anestesia local. Se usa de forma habitual. Tras una inyección, en pocos minutos, la zona se insensibiliza hasta al cabo de dos o tres horas. Las más usada son la troncular, la infiltrativa y la intraligamentosa.
- Sedación consciente. Es una técnica que se utiliza en casos extremos, cuando el paciente siente miedo o ansiedad. En este caso, es imprescindible realizar unas pruebas previas.
- Sedación leve. Evita la introducción de una aguja. En su lugar, se aplica óxido nitroso y oxígeno con una mascarilla.
- Anestesia general. No suele emplearse en clínicas dentales, ya que tiene que ser supervisada por un anestesista.
¿Por qué se realiza?
La anestesia tiene la función de impedir que la persona, durante cualquier tratamiento que se vaya a realizar, no sienta dolor.
Los principales tratamientos dentales que requieren anestesia son los implantes dentales, las extracciones, los empastes, las endodoncias, las cirugías orales y las limpiezas periodontales.
Preparación para la anestesia dental
Generalmente, se debe acudir al dentista con los dientes cepillados. Sin haber tomado bebidas alcohólicas y sin haber fumado horas antes.
Cuidados tras la intervención
Una vez se despierte la zona anestesiada, es conveniente levantarse con cuidado de la consulta y, una vez el paciente se encuentre bien, deberá seguir las indicaciones del dentista.