9 consejos para prevenir el Jet Lag

El verano es el momento que todo el mundo espera, para conseguir escapar de la rutina y disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Puede ser que lo tengamos todo previsto: los billetes, la maleta, el alojamiento, las visitas programadas… pero, ¿y el Jet Lag?

                        El Jet Lag, también conocido como síndrome transoceánico o trastorno de desfase horario, aparece especialmente cuando se realizan viajes de largas distancias, a través de distintas zonas horarias. Esto produce un desequilibrio entre el reloj interno del viajero (que marca los periodos de sueño) y el nuevo horario de destino.

¿Qué síntomas puede causar el Jet Lag?

  • Cansancio general o fatiga.
  • Cambios de humor.
  • Irritabilidad.
  • Alteración del sueño: insomnio o somnolencia.
  • Problemas digestivos.
  • Dificultad para concentrarse.

Podemos seguir los siguientes consejos para prevenir estos síntomas que, pese a ser temporales, pueden tener un impacto en la comodidad de nuestras vacaciones o en nuestra vuelta a la rutina:

  • Descansar

Antes de viajar es importante dormir lo suficiente y estar descansado, de este modo el cuerpo se podrá reponer con mayor facilidad. También debemos intentar acostumbrarnos a los nuevos horarios, por lo que, si viajamos hacia el este, es recomendable irse a dormir más temprano de lo habitual los días previos. En cambio, si viajamos hacía el oeste, es preferible quedarse despierto hasta más tarde de lo normal.

  • Reloj

Cambia la hora de tu reloj con la de destino antes del viaje. De este modo uno ya empieza a mentalizarse para el cambio.

Cambiar la hora del reloj ayuda a mentalizarse.
  • Organizar bien el vuelo

En los viajes largos es preferible hacer escala, para que el cuerpo tenga más tiempo para adaptarse a la nueva rutina. Asimismo, es aconsejable coger un vuelo que llegue de día al destino, lo que ayudará a tener más ganas de estar despierto y encajar en el horario de destino.

  • Hidratarse

Beber mucha agua ayuda a tener una recuperación más rápida. Cuando volamos, el ambiente seco y la elevada altitud hacen que el organismo consuma muchos líquidos, por lo que importante estar hidratado. No se recomiendan bebidas gaseosas, alcohol ni café.

  • Levantarse del asiento

Durante un vuelo podemos padecer trombosis venosa profunda (TVP) debido a la altitud. La TVP es la formación de un trombo causado por una circulación lenta de la sangre y puede derivar en enfermedades de gravedad. Esto se puede prevenir simplemente con algo de movimiento, levantándonos del asiento y dando un pequeño paseo por el pasillo del avión. Estirar las piernas servirá para aliviar la tensión y oxigenar el riego sanguíneo.

  • Comidas

Una vez llegados a la nueva zona horaria, se recomienda empezar a comer tres veces diarias, sincronizadas con la hora local.

  • Sol

Es aconsejable estar en el exterior el mayor tiempo posible. Esto es porque el ciclo de luz y oscuridad es un factor importante para los seres humanos.

  • Ejercicio

Moverse y realizar actividades físicas sirve para disparar las endorfinas y sentirnos mejor. Si estiramos los músculos nos quitaremos de encima la rigidez que causa un vuelo largo.

  • Dormir

Intenta dormir las mismas horas que descansarías normalmente. Si se necesita descansar un poco más, una siesta puede ayudar.

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