Verdades y mentiras sobre implantes dentales
Escrito por:
Dentista
Publicado el: 14/10/2019
Editado por: Albert González
La salud bucal es esencial para una vida cómoda y una sonrisa radiante. Cuando se trata de reemplazar dientes perdidos, los implantes dentales son una opción moderna y efectiva.
Sin embargo, hay muchas creencias erróneas en torno a los implantes dentales que pueden generar confusión. En este artículo, separaremos las verdades de las mentiras para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud bucal.
¿Qué es un implante dental?
Un implante dental es un dispositivo médico utilizado en Odontología para reemplazar dientes ausentes o perdidos. Consiste en una pieza de titanio que se inserta quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula o el maxilar superior, actuando como una raíz artificial para sostener una prótesis dental, como una corona, un puente o una dentadura postiza.
Los implantes dentales ofrecen varias ventajas en comparación con otras opciones de reemplazo dental, como las dentaduras postizas o los puentes fijos
Un implante dental es un sustituto del diente que se fija en los huesos maxilares.
¿Podría decirse que el implante es como un tornillo enroscado en el hueso?
No exactamente, puesto que el implante debe suscitar una reacción de osificación en su entorno, es decir, las células vecinas deben crecer y fijarse sobre el aditamento.
Este fenómeno, que se conoce como oseointegración, resulta imprescindible para la estabilidad del tratamiento a largo plazo.
Por otro lado ¿Qué es un injerto de hueso dental?
Un injerto dental, también conocido como injerto de hueso dental o injerto de tejido, es un procedimiento quirúrgico que implica la adición de tejido óseo o tejido blando a una zona específica de la mandíbula o el maxilar superior.
Este procedimiento se realiza con el objetivo de fortalecer o aumentar la cantidad de hueso o tejido blando en una zona donde se planea colocar un implante dental o se necesita mejorar la salud de los tejidos circundantes.
¿Qué tipos de injerto hay?
Hay varios tipos de injertos dentales, incluyendo:
Injerto de hueso autólogo: En este caso, el hueso utilizado para el injerto se toma del propio paciente, generalmente de otra parte de la mandíbula, la mandíbula inferior, la cresta ilíaca (una parte de la cadera) o incluso de la boca. Injerto de hueso sintético: En lugar de utilizar hueso del propio paciente, se pueden emplear materiales sintéticos, como cerámica o sustitutos de hueso, para el injerto. Injerto de tejido blando: En algunos casos, se puede requerir la adición de tejido blando, como encías, para mejorar la apariencia estética o la salud de las encías alrededor de los dientes o implantes. Injerto de tejido conectivo: Este tipo de injerto se utiliza para mejorar la apariencia de las encías y su posición alrededor de los dientes o implantes.
¿Son los implantes un tratamiento de por vida?
A estas alturas, empezamos a tener los suficientes años de experiencia para determinar que, en general, los resultados a largo plazo son buenos.
Sin embargo, una afirmación tan categórica no puede hacerse en Medicina. Nunca puede asegurarse que una cosa durará “para toda la vida”.
¿Qué puedo hacer para asegurar los resultados?
Diríjase a un centro con especialistas en implantología dental donde estudien bien su caso, examinen su boca, se consideren las indicaciones y se sopesen las posibles alternativas contando con su opinión.
Los implantes son, sin duda, una solución muy buena para muchos casos que en el pasado resultaban imposibles de solucionar, pero no son siempre la única solución y a veces, ni siquiera son la solución más adecuada.