Tratar la maloclusión o problemas de mordida en niños

Escrito por:

Dr. Carlos Concejo Cútoli

Cirujano maxilofacial

Publicado el: 08/03/2017
Editado por:


La maloclusión es la mala alineación de los dientes entre ellos o la forma en la que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí. La mayoría de las personas tienen algún tipo de maloclusión, aunque normalmente no revisten gravedad como para recibir tratamiento.

 

Prevenir la maloclusión severa tratándola en la infancia

En el caso de los niños, existen señales que deben hacer acudir a un especialista. Las más frecuentes son que los dientes superiores no ocluyan con los inferiores, es decir, que exista un hueco entre los dientes superiores y los inferiores (mordida abierta) o que los dientes superiores ocluyan por dentro de los inferiores (mordida cruzada). En los casos más severos, se puede observar que el mentón del niño está o muy pronunciado o muy retruído.

Si no se realiza ninguna acción, la maloclusión infantil puede derivar en maloclusión al finalizar el crecimiento, lo cual requeriría tratamientos más complejos e, incluso en casos más severos, la necesidad de realizar una intervención quirúrgica para recolocar los maxilares, también llamada cirugía ortognática.

Aunque no siempre es posible prevenir la maloclusión, existen determinados hábitos que es necesario eliminar para tratar de corregirla, como son el chupete, la succión de dedo o el mordisqueo de objetos entre otros. Las adenoides o vegetaciones que obligan a respirar por la boca son otra de las causas frecuentes que puede ser necesario corregir.

 

Tratamiento de la maloclusión en niños

Es recomendable que la primera revisión por el especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial sea hecha alrededor de los dos años, con el objetivo de detectar la falta de erupción de algún diente, caries tempranas y maloclusiones dentales que comienzan a hacerse visibles a partir de los 24 meses. Una vez realizada la primera visita, se deberán realizar revisiones periódicas cada seis meses.

En sus primeros años de vida, los niños tienen la llamada dentición temporal, comúnmente conocida como dientes de leche. En esta fase, bastaría la supresión de los hábitos nocivos antes de los tres años para corregirla mayoría de las maloclusiones. Una vez que el niño ha comenzado a cambiar los dientes, si persistiese la maloclusión se colocarían aparatos removibles (de quita y pon) para corregir los problemas aprovechando el crecimiento. Sin embargo, una vez que se ha alcanzado la dentición definitiva, la mayoría de maloclusiones dentales se resuelven mediante la aplicación de ortodoncias de aparatología fija.

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