Tratamiento para la glándula tiroides

Escrito por: Dr. Joaquín Díaz Domínguez
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Editado por: Top Doctors®

La glándula tiroides tiene efectos sobre diferentes ámbitos de nuestro organismo, así que su funcionamiento anómalo puede tener consecuencias indeseadas. El Dr. Díaz, experto en Cirugía General, expone la importancia de tratar esta patología.

 

¿Cómo es la cirugía del tiroides? ¿Cuándo debería operarme?

Vamos a empezar comentando que el término bocio, que es tan conocido, es el aumento de la glándula tiroides sin saber si ese aumento es por una enfermedad maligna, o es una enfermedad benigna. Es aumento de la glándula tiroides.

 

La glándula tiroides se localiza por delante, en el cuello, delante de la tráquea y tiene unos efectos que son múltiples. Uno a través de las hormonas que produce, e influye en muchas partes del organismo, en el metabolismo, en el sistema circulatorio, de manera que normalmente todo el mundo pues tiene una función de vida normal, que se llama eutiroideo. Cuando el tiroides funciona a pocas revoluciones, cuando funciona poco, es cuando decimos que una persona está hipotiroideo. El hipotiroideo la gente lo conoce muy fácilmente y teme el hipotiroidismo porque es cuando se empieza a ganar peso, cuando todas las funciones desde habla, hasta la mentalidad se vuelven lentas, hay una lentitud en todas las acciones de las personas. Y luego hay una fragilidad en el pelo, hay una hipoestesia, hay una disminución en los reflejos, a eso llamamos hipotiroidismo. El hipertiroidismo es lo contrario, es el aumento de las hormonas que producen un aceleramiento. Yo lo comparo, es como si tuviéramos un coche con el motor encendido, acelerado, pero con el embrague puesto. Entonces se mueven mucho pero se mueve el motor, pero no avanzamos, estamos quietos pero, sin embargo, es como si estuviéramos corriendo. Lógicamente eso hace que todo el sistema nuestro metabólico circulatorio respiratorio pues fuera a más velocidad.

El hipotiroidismo y el hipertiroidismo son los dos funcionamientos anómalos de la glándula tiroides.

 

Esos son los dos estados, los que se contraponen a la normalidad y, frente a esa normalidad, está el hipotiroidismo y el hipertiroidismo. No necesariamente estas enfermedades producen bocio, hay que apartarlo. Las distintas condiciones una es el aumento del tamaño del bocio, del tiroides que se llama bocio y otras es el aumento o la disminución de la función. Pueden ir acompañadas o no, de manera que cuando planteamos la operación puede ser por muchas razones. Las principales son:

 

- Cuando hay un bocio, un aumento del tamaño del tiroides que no es estético. No es estético, llega un momento que físicamente las personas se encuentran mal, porque ese aumento del tamaño del tiroides les afea. Esa es una razón de indicación.

 

- La otra razón es cuando hay una compresión, porque el tiroides al aumentar de tamaño pues es como si tuviéramos un cuerpo extraño, de hecho lo tenemos por delante de la tráquea y del esófago, entonces puede costar respirar, puede costar deglutir y hay una compresión. Incluso el tiroides tiende a irse hacia el tórax y se hace en endotorácico. Se mete dentro del tórax con lo que eso puede complicar la operación.

 

- La tercera sería el hipertiroidismo. Los hipertiroidismos que no responden a tratamientos conservadores, como pueden ser los antitiroideos, o el yodo radiactivo, sobre todo en personas jóvenes hay que operarlos. Porque si no pues se produce unas situaciones muy graves que pueden llevar incluso a la UVI a los enfermos.

 

- Y una cuarta razón es el carcinoma, el cáncer. La sospecha del cáncer se hace el cuándo hay un nódulo duro, sospechoso, pero no siempre es el caso. Gracias al trabajo de los endocrinólogos se hacen muchísimas más ecografías. Y a través de la ecografía se pueden ver signos de sospecha en los nódulos. Cuando tenemos esos signos de sospecha en los nódulos es cuando tenemos que ir a la cirugía. Sabemos que se está tratando mucho mejor el cáncer de tiroides desde que se hacen todas estas pruebas ecográficas. E incluso, tiroides que se están operando como normales, una pequeña parte de ellos al final resultan cánceres. De manera que, gracias a que el cáncer de tiroides en casi la totalidad de los casos tiene una cierta benignidad, es un carcinoma pero no es tan agresivo como pueda ser otros tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón o el cáncer de páncreas, pues podemos ver que hay personas que han llevado un cáncer de tiroides muchos años. Realmente han hecho su vida normal, incluso se pueden morir con él, con la sospecha y ser un hallazgo de autopsia, un hallazgo casual. Pero es un carcinoma y cuando el cáncer de tiroides se hace muy maligno, que son los casos indiferenciados, son realmente muy malignos, se convierten en uno de los peores carcinomas que hay, por qué matan a la persona en tres días. Ahí tienen que acabar con una traqueotomía y tiene que acabar en condiciones realmente pues fatales, de manera que hay que adelantarse a esas circunstancias.

 

En resumen, podríamos concluir por qué operamos el tiroides bien porque aumente de tamaño y estéticamente sea feo, bien porque haya una compresión, bien porque haya un hipertiroidismo que no responde al tratamiento médico, o bien por que haya una sospecha de cáncer. Esas son las cuatro grandes indicaciones de operar el tiroides, hoy en día hay más. Es una enfermedad muy prevalente, con mucha incidencia y que lógicamente, insisto, gracias al trabajo de los endocrinólogos es una enfermedad que se va atendiendo muy bien y los riesgos son mejores cuando se atacan de una manera precoz.

 

¿Qué es la paratiroides?

Hay unas glándulas que están junto a la glándula tiroides, que no tiene nada que ver con el tiroides, que se llaman paratiroides. Son cuatro, habitualmente, y tienen una función en el metabolismo del calcio. La enfermedad, cuando una de ellas se afecta y crece, la llamamos hiperparatiroidismo, porque aumenta la función. Es una enfermedad grave que se diagnostica casualmente, la mayoría de las veces, con un análisis que hace el médico de cabecera en el que aparece el calcio en la sangre alto. En ese caso, hay que insistir y determinar, que el médico ya lo hace, para encontrar y descartar que haya un adenoma paratiroideo. La enfermedad, lo que nos va a hacer, por la secreción anómala de una hormona que se llama paratohormona, nos va a robar calcio de los huesos para ponerlo en la sangre y puede producir, además de una osteoporosis grave, puede producir incluso una muerte súbita, una muerte desconocida. Es una enfermedad muy grave.

 

¿Cómo es el tratamiento de la paratiroides?

En el caso que tengamos un aumento de calcio en la sangre, lo que se llama una hipercalcemia, el médico normalmente hace un estudio del metabolismo del calcio. Bien el médico de cabecera o bien a través de un endocrinólogo. El resultado es no solamente analítico, sino que busca qué glándula de las cuatro puede estar aumentando de tamaño. Se hace con unas pruebas que es una gammagrafía, un spectac y de esa manera sabemos conocemos cuáles de las cuatro glándulas ha crecido, de manera que vamos a la cirugía con mucha seguridad.

 

El tratamiento consiste en hacer una pequeña incisión en el cuello, eliminar, extraer esa glándula y hacer un análisis a continuación de la paratohormona. Es una enfermedad muy agradecida porque una vez extirpado el adenoma, a continuación, la paratohormona disminuye en la sangre y podemos decir que el enfermo está curado. De manera que, son pocas las enfermedades en las que tengamos esa satisfacción los médicos de poder operar y a la vez decir está curado. Pues con el adenoma lo conseguimos.

Dr. Joaquín Díaz Domínguez

Por Dr. Joaquín Díaz Domínguez
Cirugía general

El doctor Díaz Domínguez es el Jefe de Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital La Paz. Es experto en Tiroides y Cáncer de Mama. Además es profesor asociado de Ciencias de la Salud en Cirugía General y en Aparato Digestivo en la Universidad Autónoma de Madrid. Es autor de diversas publicaciones. 


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