¿Tecnología 3D en Odontología?

Escrito por:

Dr. Javier Gabriel Sola Alonso

Dentista

Publicado el: 09/08/2016
Editado por: Roser Bernés Ubasos


El diagnóstico por imagen 3D son el conjunto de técnicas que producen imágenes tridimensionales del interior del cuerpo de forma no invasiva, aportando información sobre su estructura y funcionamiento y ayudando a diagnosticar y corregir anomalías en el mismo.

 

¿En qué consiste el diagnóstico por imagen 3D?

Estos estudios consisten en enviar formas de energía, ya sea mediante rayos X, ondas sonoras o campos magnéticos, a través del cuerpo. Los tejidos responden de una forma característica creando una imagen que debemos interpretar.

Los procedimientos más frecuentes son: la tomografía computarizada y la resonancia magnética. En el caso de la tomografía computarizada se realiza del mismo modo que radiografías normales, pero con múltiples cortes o secciones transversales mediante las cuales la computadora crea unas imágenes tridimensionales que pueden girarse y verse desde distintos ángulos favoreciendo el diagnóstico. Se usa sobre todo para la valoración de partes del tejido duro del cuerpo como el hueso y los dientes.

La resonancia magnética usa imanes en lugar de radiación para crear las imágenes. Crea cortes transversales desde muchos ángulos: de frente, lateral, por encima o por debajo. Se usa sobre todo para la valoración de partes del tejido blando del cuerpo como las articulaciones, tejido muscular, tejido vascular o nervioso.

 

¿Qué ventajas aporta para detectar una patología?

No podemos diagnosticar aquello que no conocemos y tampoco podemos diagnosticar aquello que no vemos. Por ello son tan útiles las imágenes 3D porque nos permiten obtener imágenes con mayor nitidez, en los tres planos del espacio y con reconstrucciones tridimensionales que nos ayudan a orientarnos mejor. Permiten valorar las dimensiones de las estructuras anatómicas en los diferentes planos del espacio, con márgenes de error por debajo del 1%. 

Se caracteriza por la ausencia de superposiciones de imágenes, por la posibilidad de identificar los tejidos blandos y por la ampliación selectiva de las áreas de interés.

Además, mejora la calidad de la imagen obtenida y disminuye los tiempos de exposición, como los tomógrafos de cuarta generación de tipo helicoidal (TAC Helicoidal).

 

¿Qué tipo de patologías se pueden detectar?

Gracias a este avance en el ámbito de la Odontología podemos obtener la localización precisa de dientes no erupcionados, como es el caso de los caninos impactados que eran engañosos con las radiografías habituales.

Por otra parte, ayudan en la planificación de los implantes dentales no solo en su ubicación más precisa, sino también mediante la posibilidad que dan estas imágenes de crear modelos 3D a través de los cuales podemos realizar cirugías guiadas sin realizar aperturas ni suturas. 
 
También se pueden detectar lesiones de la articulación temporomandibular (ATM), permitiendo el estudio anatómico preciso de anomalías, así como el tamaño y forma de los cóndilos.

Cabe destacar que también resulta de gran utilidad para la localización exacta de una lesión o de una patología, en algunos casos, tan graves como el cáncer, donde el éxito de la cirugía depende muchas veces de la precisión que aportan estas imágenes.

 

Una vez se ha realizado el diagnóstico, ¿cuál es el siguiente paso?

Las imágenes 3D han supuesto una gran revolución y son parte de un flujo de trabajo digital que continua con presentaciones a nuestros pacientes sobre planes de tratamiento tridimensionales que simulan los resultados que vamos a obtener, la confección de guías quirúrgicas que nos facilitan una precisión y un confort inigualable y, finalmente, la confección de prótesis con mejores ajustes y más predecibles.

En definitiva, podemos afirmar que las imágenes en 3D son actualmente imprescindibles en el desarrollo de nuestra actividad profesional. Para más información, consultar con un especialista en Odontología

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