¿Sufres narcolepsia?

Escrito por:

Dra. Renata María Egatz Wozniak

Médico del sueño

Publicado el: 01/07/2016
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La narcolepsia es un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de excesiva somnolencia diurna, cataplejías, alucinaciones en la transición sueño-vigilia y parálisis del sueño.

 

Causas de la narcolepsia

No se sabe exactamente la causa de este trastorno, aunque actualmente tiende a considerarse el origen autoinmune, con predisposición genética asociada.

Los especialistas en Neurofisiología Clínica hemos observado que los pacientes con narcolepsia tienen una disminución del neurotransmisor hipocretina (u orexina), segregado por el hipotálamo del cerebro, y el cual es necesario para mantener la vigilia. Si no existe hipocretina, el sistema nervioso central permite la intrusión de fases de sueño MOR (movimientos oculares rápidos) durante la vigilia. Esta alteración daría origen a la somnolencia diurna y a los trastornos de sueño característicos de la narcolepsia.

 

Síntomas de la narcolepsia

Somnolencia diurna: es el principal síntoma. Debe estar presente en al menos los 3 meses previos al diagnóstico de narcolepsia; suele ser intensa, apareciendo en situaciones monótonas e inapropiadas (hablando, conduciendo, comiendo), y en forma de ataques de sueño no controlados. Cataplejías: se presentan en forma de crisis súbitas de hipotonía muscular (cabeza, rodillas, manos), a veces severas, provocando caídas, sin compromiso de la musculatura ocular, ni respiratoria. Las crisis suelen desencadenarse por emociones intensas (risa, enfado, etc.). Parálisis del sueño: los pacientes refieren episodios en los que se encuentran con el cuerpo paralizado, están despiertos y no pueden moverse. Alucinaciones en la transición sueño-vigilia: son referidas como percepciones irreales (imágenes, sonidos) en la entrada o en la salida del sueño, de breve duración. Otros problemas que suelen presentarse en pacientes con narcolepsia son: trastornos motores durante el sueño (conducta agitada, conductas compulsivas -como fumar- o levantarse para comer), episodios de percepción onírica intensa durante el día.

Para el diagnóstico de la narcolepsia es necesario realizar una polisomnografía nocturna seguida de un test de latencias múltiples, con el objetivo de estudiar la estructura de sueño nocturno y, de forma consecutiva, medir la somnolencia durante el día.

 

Tratamiento de la narcolepsia

En primer lugar, deben establecerse medidas de higiene de sueño: mantener un horario de sueño regular (de 7-8 horas de sueño nocturno como mínimo) y, en algunos casos, es necesario realizar siestas cortas programadas (que el paciente percibe como refrescantes). También debe evitar el alcohol y los fármacos sedantes o hipnóticos sin control médico.

En cuanto al tratamiento farmacológico, se utilizan anfetaminas y derivados de anfetaminas (modafinilo, metilfenidato) para la somnolencia diurna, y en presencia de cataplejías pueden utilizarse algunos antidepresivos (fluoxetina, venlafaxina) o fármacos como el oxibato sódico (de dispensación hospitalaria).

 

¿Qué consecuencias tiene en la vida del afectado?

Depende del grado de evolución de la enfermedad. Al principio suele presentarse somnolencia diurna, que se incrementa con el paso de los años, interfiriendo con las actividades de la vida diaria del paciente, y manifestándose de forma característica como disminución del rendimiento académico (los niños o adolescentes con narcolepsia se duermen en clase), con alteraciones de memoria y atención, y problemas emocionales.

Si existen cataplejías, se presentan trastornos motores tipo movimientos involuntarios en zona perioral, brazos o piernas, con ocasionales caídas.

La calidad de sueño también suele verse afectada, siendo frecuente que los pacientes con narcolepsia refieran que su sueño es insuficiente, y no reparador.

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