Síntomas y causas de la caries dental

Escrito por:

Dra. Natalia López-Ampudia

Dentista

Publicado el: 09/02/2016
Editado por:


La caries dental es, a día de hoy, una de las enfermedades dentales más comunes y de mayor prevalencia en el mundo. Es considerada una patología infecciosa debido a que durante su desarrollo se involucran distintos tipos de bacterias. Cuando un diente se encuentra afectado por la caries, las bacterias desmineralizan, es decir, destruyen los tejidos duros que forman el diente.

En función del avance de la caries, la lesión puede ser más o menos superficial. La caries puede deteriorar únicamente a la capa más externa del diente, el esmalte, pero puede continuar avanzando hasta llegar a perjudicar tejidos más internos como la dentina y, finalmente, la pulpa dental, es decir, el nervio del diente.

 

Síntomas y causas de la caries dental

Dependiendo del grado de evolución de la caries, el tamaño y la profundidad, es posible que aparezcan síntomas desde dolor o molestias muy débiles hasta muy agudos o incapacitantes, acompañado de abscesos, flemones, e incluso fiebre. Generalmente, cuanto más próxima está la caries de la pulpa dental, más dolorosa y sintomática suele ser.

En Odontología consideramos que la causa de la caries dental podría designarse como el efecto de tres factores: los azúcares, el grado de azúcar que ingerimos; las bacterias y la predisposición de la que dispone una persona para desarrollar la caries.

Existen otro tipo de causas por las cuales el nervio del diente se puede ver afectado, como en el caso de los traumatismos, es decir, golpes en los dientes, generados por accidentes deportivos, infantiles, de tráfico, etc. Éstos también pueden producir dolor y situaciones de urgencia, que requieren atención inmediata.

Finalmente, pero no por ello menos importantes, están los procesos destructivos no bacterianos o, lo que es lo mismo, los desgastes de los dientes. El deterioro de los dientes pueden deberse a factores fisiológicos debidos a la edad o patológicos, causados por hábitos o “manías” como un cepillado muy agresivo; el exceso de pasta de dientes muy erosivas; morderse las uñas, acción llamada onicofagia o el bruxismo, movimiento de rechinar los dientes y apretar los dientes. A menudo, la pérdida de tejidos del diente es tan notable que incluso afecta a la pulpa dental originando diferentes síntomas clínicos como sensibilidad dental, dolor producido al tomar cosas frías, alimentos azucarados, ácidos, etc; dolor o flemones.

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