Sinequia vulvar: ¿qué es y cuándo debe operarse?

Escrito por:

Dr. Daniel Cabezalí Barbancho

Cirujano Pediátrico

Publicado el: 17/04/2023
Editado por: Lucía Ramírez


La sinequia vulvar consiste en la adherencia entre los labios menores, de manera total o parcial. Esto impide que se pueda ver correctamente la entrada a la vagina e incluso el meato uretral.
 

La sinequia vulvar se manifiesta a los 3-6 meses o en los primeros años de vida

 

¿Se trata de un defecto congénito?

No suele aparecer al nacimiento, se trata habitualmente de un defecto adquirido que se manifiesta a los 3-6 meses o en los primeros años de vida.
 

¿Con qué síntomas detectamos la sinequia vulvar?

No suele producir síntomas, y se detectan habitualmente en las exploraciones rutinarias.
 

Cuando las sinequias vulvares son extensas impiden la correcta salida de la orina y del flujo vaginal y, por tanto, pueden ocasionar dificultad para orinar, goteo al finalizar la micción, flujo vaginal más abundante o con mal olor y, en algunos casos, infecciones de orina.
 

¿Por qué se produce la sinequia vulvar?

No existe una causa concreta que explique su aparición. Pueden ser secundarias a una irritación local, como la que sucede en la dermatitis del pañal o a niveles bajos de estrógenos.
 

¿Cómo debe tratarse la sinequia vulvar?

La mayoría son transitorias y suelen resolverse de manera espontánea, principalmente aquellas que son más laxas.
 

Cuando son muy extensas u ocasionan sintomatología deben ser revisadas por un especialista en Cirugía Pediátrica para valorar su tratamiento. Se suele comenzar con la aplicación tópica de cremas de estrógenos o corticoides, acompañándolo con la apertura suave de los labios para facilitar la apertura del introito.
 

¿Cuándo el tratamiento tradicional no es efectivo qué medidas se deben tomar?

Cuando las cremas tópicas no son efectivas o en casos en los que las adherencias son firmes se procede a la liberación manual de las mismas. Esto debe ser realizado por cirujanos con experiencia y se suele efectuar con anestesia tópica local o, en ocasiones, bajo sedación dependiendo de las circunstancias.
 

¿Qué cuidados hay que tener en cuenta después de la intervención?

Después de la liberación se suelen aplicar cremas que cubran ambas superficies irritadas para evitar que se adhieran nuevamente. Puede emplearse vaselina o incluso estrógenos tópicos durante 1-2 semanas.
 

Para prevenir las recurrencias es necesario una higiene genital adecuada, el tratamiento de los factores predisponentes y la aplicación de emolientes o estrógenos durante un tiempo posterior a su liberación.

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