¿Qué es la Gota?
Es una enfermedad que ocasiona ataques de inflamación aguda en las articulaciones. Constituye una de las causas más frecuentes de artritis a nivel mundial. También pueden formarse acúmulos de ácido úrico (tofos) visibles bajo la piel de codos, manos, rodillas, etc. Por otro lado, pueden acumularse cristales en vías urinarias (cálculos) y producir cólicos o insuficiencia renal. Por último, numerosas investigaciones destacan el importante papel que juega el ácido úrico en el aumento del riesgo cardiovascular.
Causas y síntomas
La gota es una enfermedad producida por depósito de cristales de urato en los tejidos, bien por exceso de producción de ácido úrico, por defecto en la eliminación renal del mismo, o por una combinación de ambas cosas.
Puede existir predisposición genética, pero también influyen malos hábitos, excesos dietéticos y algunos medicamentos y enfermedades. Así, un exceso de purinas en dieta (cerveza, mariscos, vísceras, etc.), bebidas “light” con fructosa o los diuréticos para tratar la hipertensión pueden favorecer la aparición de la gota.
Produce episodios de dolor articular muy agudo e intenso (suele comenzar de noche o a primeras horas de la mañana), asociado al hinchazón, aumento de temperatura local y enrojecimiento cutáneo. Suelen resolverse en unos días con antiinflamatorios, o espontáneamente, pero en ciertas ocasiones pueden resultar invalidantes y afectar varias articulaciones, produciendo incluso fiebre.
Los ataques pueden estar separados entre sí varios años, pero si la gota no se trata los brotes se hacen más intensos y numerosos, acortándose el intervalo entre los mismos, hasta llegar a gota crónica.
¿Qué pruebas se realizan para su diagnóstico?
El mejor método para la obtención de una muestra es la punción articular o subcutánea que permita detectar los cristales de urato con un microscopio. Pero este procedimiento no siempre es posible, ya que a veces el diagnóstico se basa en la historia clínica, apoyado por pruebas de imagen como la ecografía.
Tratamiento de la Gota
En una combinación entre hábitos de vida saludables y medicamentos que disminuyen la producción de ácido úrico, favorecen su excreción renal, o combinan ambos mecanismos. Es importante reducir los niveles en sangre por debajo de 6 mg/dl de forma mantenida en el tiempo.
En pacientes con tofos se deberá forzar aún más la reducción de urato para disolver los depósitos de cristales. Para ello, es importante conseguir la mayor intensidad al inicio del tratamiento.
¿Se puede prevenir?
En muchos casos sí es posible. Aunque es muy difícil predecir cuáles de los pacientes con ácido úrico elevado en la sangre desarrollarán gota, ésta es una enfermedad por depósito que se basa en niveles altos en sangre mantenidos en el tiempo, por lo que resulta conveniente vigilar estos niveles periódicamente, más aún si existen antecedentes de gota en la familia. Además de esto, insistir en hábitos de vida saludables y una dieta mediterránea equilibrada.