¿Qué es el trastorno límite o borderline de la personalidad?

Escrito por:

Dr. Enrique Guerra Gómez

Psiquiatra

Publicado el: 03/02/2015
Editado por:


El trastorno límite o borderline de la personalidad se caracteriza principalmente por una inestabilidad emocional y una impulsividad intensa.

El trastorno límite o borderline de la personalidad es, en esencia, un trastorno de la forma de ser que comienza al inicio de la edad adulta. Se caracteriza por una inestabilidad en la autoimagen, los afectos y las relaciones interpersonales, además de una impulsividad intensa (por ejemplo con el abuso de sustancias tóxicas o de sexo). Se añaden además:

1. Esfuerzos intensos para evitar el abandono real o supuesto.

2. Amenazas recurrentes de suicidio y/o conductas autolesivas.

3. Sensación crónica de vacío.

4. Ira inadecuada y/o dificultad para controlarla.

5. Ideas anómalas de ser criticado o perjudicado.

 

Diagnóstico

Como en todos los trastornos de la personalidad, la clave para el diagnóstico es la historia del desarrollo vital, ya que se genera cuando la forma de ser de una persona empieza a conformarse y continúa durante parte de su vida, además del relato del paciente, la información tiene que complementarse con la de familiares o allegados.

A diferencia de otros tipos de trastornos, como por ejemplo la depresión, los sentimientos y conducta que el paciente con trastorno límite o borderline describa como “actuales” son un dato complementario pero insuficiente para el diagnóstico. Es necesario que lo expuesto por el paciente le suceda desde el inicio de la adultez.

 

Tratamiento

El tratamiento fundamental para el trastorno límite o borderline es la psicoterapia. Puesto que suele manifestarse junto con otros síndromes o trastornos mentales, la medicación también resulta útil, ya sea mediante antidepresivos, antipsicóticos, antiimpulsivos u otros. Aun así, hay que dejar claro que los fármacos mejorarán la sintomatología, pero no cambian la forma de ser del paciente.

En cuanto a la psicoterapia, según la guía NICE (elaborada por el Instituto Nacional para la Salud Mental en el Reino Unido en 2009), las más contrastadas científicamente son la terapia dialéctico conductual y la terapia de mentalización, aunque existen otro tipo de psicoterapias que también pueden resultar útiles, como la cognitivo-conductual, la interpersonal etc. La terapia se puede realizar o bien en consulta ambulatoria o, en casos graves, en un hospital de día específico para estos trastornos.

 

Pronóstico

La mayoría de los autores refieren que la sintomatología acompañante (síndrome depresivo, automutilaciones, ideas de perjuicio etc) mejoran con el paso de los años. Sin embargo, los rasgos más propios de la forma de ser (sentimiento de vacío, dificultad para tolerar la soledad, temor al abandono etc) tardan más en desaparecer. Existen diversas estadísticas que hablan de una remisión casi total a los diez años de evolución en el 80% de los pacientes.

Por lo tanto, siempre y cuando se trate de forma precoz, el trastorno límite mejora notablemente. El problema es que los pacientes no suelen demandar ayuda hasta pasado un tiempo, ya que no perciben que su forma de ser se relacione con un trastorno mental susceptible de ser tratado. Sólo piden ayuda cuando existen síntomas depresivos importantes, impulsividad, ideas auto o heteroagresivas, conflictos familiares, interpersonales, laborales etc. En muchas ocasiones es la familia quien demanda ayuda antes que el propio paciente.

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