Prótesis de disco: ¿qué son, cómo se colocan y cómo es el postoperatorio?

Escrito por:

Dr. José Manuel Arteaga Armas

Neurocirujano

Publicado el: 20/02/2015
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Las prótesis de disco son dispositivos que permiten mantener la movilidad y normalidad biomecánica de la columna cervical y lumbar. Se colocan tras resección completa de un disco patológico, permitiendo mantener, al completo, las funciones de dicho disco.

Las prótesis de disco están indicadas en todos los casos de enfermedad discal, es decir, discopatía degenerativa y hernia discal; con o sin sintomatología compresiva de la raíz nerviosa que no presente mejoría tras un periodo de 4-6 semanas de tratamiento rehabilitador intensivo. Tanto a nivel de columna cervical como lumbar, con el uso de prótesis discales se consigue:

• Mantener la movilidad

• Mantener la estabilidad

• Restablecer la normolordosis cervical y lumbar

• Reducir la degeneración discal de los segmentos adyacentes

• Eliminar el uso de injerto óseo

• Inicio precoz de la movilidad posquirúrgica

• Incorporación temprana a la vida normal (física y laboral)

 

Colocación de prótesis

 

1. Abordaje cervical o lumbar anterior mínimamente invasivo (ALIF). En caso de disco lumbar superior a L4, el abordaje es lateral (XLIF).

2. Resecar completamente el disco patológico hasta completar liberación del canal medular y raíces nerviosas.

3. Preparación del espacio discal receptor de la prótesis disca

4. Selección adecuada del tamaño y angulación de la prótesis a implantar

5. Colocación de la prótesis y comprobación radiológica de su correcta colocación

6. Cierre abordaje quirúrgico y sutura intradérmica para invisibilizar la cicatriz.

Se trata de una intervención quirúrgica que se considera de bajo riesgo por las mínimas complicaciones que se puedan presentar:

• Sangrados (poco frecuente)

• Infecciones (poco frecuente)

• Lesiones estructuras nerviosas (infrecuente)

• Desgarro dural (infrecuente)

• Lesión grandes vasos, esófago, tráquea, órganos intraabdominales (excepcional)

Postoperatorio

 

En caso de cirugía cervical, se requiere ingreso hospitalario de 24-48h. Mínimas molestias en zona de herida quirúrgica. No es necesario el reposo absoluto. Se aconseja llevar collarín blando la primera semana para actividades fuera del domicilio. Incorporación laboral entre las 2 y 3 semanas tras intervención, dependiendo del tipo de actividad laboral.

En caso de cirugía lumbar, el ingreso hospitalario es de aproximadamente 3-5 días. Igualmente con mínimas molestias en zona de herida quirúrgica. No es necesario el reposo. Incorporación a su actividad normal a las 3-4 semanas.

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