¿Por qué nos hacemos tantos esguinces de tobillo?

Escrito por:

Dr. David López Capapé

Traumatólogo

Publicado el: 18/12/2015
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El tobillo es la articulación situada entre los extremos de la tibia y el peroné y la cúpula del astrágalo. Hay situaciones y posiciones que ponen en riesgo el tobillo llegando a causar un esguince.

 

Esguinces de tobillo más habituales

El esguince más frecuente es el que afecta al ligamento lateral externo, sobre todo a su fascículo anterior, conocido como ligamento peroneo astragalino anterior. Este esguince se produce por una inversión forzada del tobillo.

Otro esguince menos frecuente es el del ligamento interior, conocido como ligamento deltoideo, causado por una eversión forzada.

 

¿Por qué nos hacemos tantos esguinces?

Nos hacemos tantos esguinces porque el tobillo es poco estable cuando se encuentra en flexión plantar, posición frecuente en muchos deportes. En el día a día el riesgo está al pisar algún objeto o bordillo, o al caminar por un terreno irregular.

 

Tratamiento de un esguince de tobillo

El tratamiento inicial del esguince de tobillo consiste en controlar la inflamación realizando una inmovilización parcial (no es necesaria la férula de yeso, es preferible usar ortesis removibles).

La fisioterapia acelera la recuperación a través de técnicas como tecarterapia, que resultan muy útiles. Tras dos semanas se puede buscar la recuperación funcional.

Si persiste el dolor hay que consultar y realizar una resonancia. De hecho, aunque la evolución sea buena es imprescindible hacer un buen trabajo de propiocepción y fuerza para evitar recaídas.

 

Patologías asociadas al esguince de tobillo

Según los especialistas en Traumatología, es importante no quitarle importancia a un esguince de tobillo y hacer un buen diagnóstico para descartar lesiones asociadas, como pueden ser algunas fracturas.

Una secuela habitual del esguince de tobillo es la inestabilidad crónica del tobillo.Otras lesiones asociadas son las lesiones del cartílago articular del astrágalo (osteocondritis), y los síndromes de pinzamiento anterior y posterior del tobillo. Todas ellas requieren la valoración de un experto en estas lesiones y requieren de tratamiento.

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