¿Por qué la Toxina Botulínica despierta tanta aversión?

Escrito por:

Dra. María José Villares Moreno

Médico estético

Publicado el: 11/01/2017
Editado por:


La Toxina Botulínica (Botox) es uno de los tratamientos más demandados y a la vez más rechazados. Muchos pacientes, al mencionarles la palabra “botox”, expresan miedo por el resultado que asocian (inexpresión, partes faciales antinaturales) o por falta de conocimiento, al relacionarlo con algo poco natural. Esto ocurre porque se relaciona con caras mal tratadas con “botox” mal inyectado, que alejan de una belleza natural.

 

Historia de la Toxina Botulínica

Para conocer el origen de esta sustancia cabe remontarse a 1977. Su origen, como la mayoría de los descubrimientos médicos, fue algo casual. En el caso de la Toxina Botulínica fue un oftalmólogo, tratando el estrabismo y, más tarde, un neurólogo, buscando la disminución de los tics faciales de niños que trataba.

En ambos casos se observó que, en la zona donde se inyectaba la Toxina Botulínica, disminuían las arrugas de la cara. Se trata de una proteína altamente purificada que se aplicaba entonces y se aplica ahora en dosis infinitesimales. Es una sustancia, pues, que se aplica desde hace alrededor de 40 años. Sin embargo, los miedos y la aversión hacia el “botox” han surgido recientemente.

 

Aplicaciones y beneficios de la Toxina Botulínica

Es importante informar a los pacientes de que el “botox” es una forma de medicina preventiva en Medicina Estética. El botox se usa para conseguir relajar los músculos de expresión para suavizar arrugas de expresión y cansancio y así evitar que, con el paso del tiempo, no se profundicen en exceso al gesticular.

Además, recientemente se ha aprobado el uso de la Toxina Botulínica en el Sistema de Salud español para el tratamiento de migrañas y cefaleas, utilidad ya probada años atrás. Entre los últimos beneficios descubiertos de la Toxina Botulínica se encuentra la regulación de la sudoración. Existen casos de pacientes a quienes se les ha aplicado “botox” en las axilas cada seis meses a causa de un problema de excesiva sudoración (Hiperhidrosis) y los resultados han sido muy favorables, permitiendo a los pacientes llevar a cabo una vida normal.

Asimismo, en los últimos Congresos Nacionales de Dermatología se habló también de las mejoras que se daban a partir de la segunda semana de aplicación de Toxina Botulínica en los síntomas depresivos. No obstante, se trataba todavía de conclusiones obtenidas de una fase de ensayos clínicos, por lo que todavía debe confirmarse.

En resumen, la malquerida Toxina Botulínica tiene menos efectos secundarios adversos que otras sustancias tóxicas como pueden ser el tabaco o el alcohol, y que sí pueden ser mortales. Así, los beneficios médicos y estéticos del botox permiten obtener una cara radiante, descansada y relajada.

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