Ortopedia y ortodoncia, dos conceptos que se confunden

Escrito por:

Dra. Patrocinio Gómez Martínez

Dentista

Publicado el: 10/10/2016
Editado por:


En el mundo de la Odontología es importante diferenciar el concepto de ortodoncia y ortopedia, pues muchos pacientes tienden a confundirlos. La mayoría de pacientes llaman ortodoncia a todo lo que sea colocar un aparato en boca, y no es así. Existen aparatos específicos que se utilizan cuando el niño está en crecimiento, es decir, cuando el objetivo es movilizar el hueso. Esto es lo que llamamos ortopedia.

Si el paciente tiene la mandíbula en posición más retrasada que el maxilar superior (clase II ósea), será necesario que éste lleve un aparato de ortopedia de avance mandibular para conseguir la armonía entre ambos huesos (maxilar y mandíbula), y así corregir esa descompensación.

Si por el contrario, esta descompensación ocurre estando el maxilar superior más retrasado que la mandíbula (clase III ósea), para este tipo de pacientes será necesario un aparato de ortopedia cuya función es la tracción hacia adelante del maxilar superior, para así conseguir el equilibrio entre ambos huesos (superior e inferior).

Sin embargo, la ortodoncia es un tratamiento que puede llevarse a cabo a cualquier edad, ya que su finalidad es mover dientes y, en este caso, no es necesario que el paciente esté en crecimiento. Consiste pues, en el tradicional tratamiento con brackets.

La mayoría de las veces, los niños suelen pasar por una fase previa de ortopedia y, una vez terminada ésta, se le coloca la ortodoncia (brackets). En otras ocasiones, sólo es necesario el tratamiento multibrackets, por lo que no habría prisa a la hora de empezar el tratamiento.

Ortopedia para la maloclusión Clase III ósea

A los pacientes con Clase III es importante diagnosticarlos y tratarlos en edad temprana, concretamente antes de los 6-8 años, que es el momento cuando se cierran las suturas maxilares.

El tratamiento temprano de estos niños tiene un gran porcentaje de éxito, consiguiendo resultados espectaculares. Este tratamiento consiste en la colocación de una máscara facial.

La máscara facial está formada por:

Un vástago con dos almohadillas, una en la parte frontal y otra en el mentón pasando por la línea media de la cara, conectados entre ellos con un hierro transversal. Una férula maxilar que puede ser un aparato rígido superior o un tornillo de expansión tipo Hass o Hyrax, anclado en los primeros molares maxilares, fabricado en alambre de acero inoxidable con un arco anterior ajustable y ganchos a nivel de los caninos para traccionar el maxilar. Elásticos que se cambian cada día hasta terminar el tratamiento. Deben llevarse como mínimo 12 horas al día, aunque lo ideal es llevarlos lo máximo posible.

En cada revisión se controla el desplazamiento del maxilar y la fuerza que van ejerciendo las gomas. Es necesario traer al niño a sus revisiones periódicas e ir controlando cada caso individualmente.

Ortopedia para la maloclusión Clase II ósea

A estos pacientes, los cuales en la mayoría de los casos presentan un retraso de la posición mandibular, es importante tratarlos ortopédicamente en fase de crecimiento.

El tratamiento de los niños en su máximo pico de crecimiento es lo ideal, y se utilizan aparatos de avance mandibular, como es el Twin-Block, el cual redirige la mandíbula a una posición más adelantada.

El Twin-Block está compuesto por dos aparatos que se articulan mediante una rampa de 70º. Es un aparato removible que, para que ejerza su correcta función, lo ideal es no quitárselo en las 24 horas del día, exceptuando sólo y exclusivamente el momento de lavarse los dientes.

Al principio a los niños les cuesta acostumbrarse, pero al cabo de los días se hacen a él sin ningún problema. Se suele llevar durante seis meses si se elige el momento adecuado de crecimiento mediante una radiografía carpal (de la mano).

Cabe destacar que siempre es necesario traer al niño al especialista en Odontología para hacer sus revisiones periódicas e ir controlando cada caso individualmente.

 

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