Mal aliento: cómo eliminarlo

Escrito por:

Dr. Francisco Javier Satorres Grau

Dentista

Publicado el: 28/04/2017
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El mal aliento o halitosis, está provocado en la mayoría de los casos, por causas de origen oral. Por este motivo, en un primer momento los especialistas en Odontología y Estomatología buscan las causas y los posibles tratamientos en el ámbito de la cavidad bucal.

 

Uno de los principales problemas de este mal es que, frecuentemente, quien lo padece no puede percibirlo y es el último en conocer lo desagradables que son sus efectos, de modo que sólo cuando alguien se lo comenta llega a caer en la cuenta. Es ahí donde el odontólogo tiene un importante papel, tanto en el diagnóstico de esta situación como en el tratamiento de sus posibles causas.

 

El mal aliento puede ser fugaz, pasajero, crónico o permanente. Esto depende principalmente del origen y de si éste es local o sistémico.

 

 

Causas del mal aliento

Entre las principales causas del mal aliento se encuentran, en primer lugar, las referentes a la arcada dentaria:

Presencia de piezas dentales en mal estado por caries. Existencia de enfermedad periodontal por falta de higiene. Cúmulo de sarro o presencia de restos alimenticios entre los dientes. Si después de comer la persona no se lava los dientes, los restos alimenticios entran en descomposición y causan mal aliento, de ahí la importancia de tener una buena higiene bucal. Consumo de tabaco, café y bebidas alcohólicas.

 

 

Tratamiento del mal aliento

El tratamiento del mal aliento en la mayoría de los casos está encaminado a eliminar las causas de origen bucal que lo provocan. En este sentido, es muy importante cuidar la higiene oral con el fin de reducir los microrganismos de la cavidad bucal lo que puede llevarse a cabo mediante métodos mecánicos o químicos.

 

Entre los métodos mecánicos destacan la eliminación de placa bacteriana y la limpieza de prótesis removibles ya que, si no se realiza una higiene adecuada de éstas, se favorece la proliferación bacteriana en ellas.

 

 

 

Para eliminar la placa bacteriana es necesario llevar a cabo un cepillado dental adecuado después de cada comida pero también utilizar ciertas técnicas auxiliares de higiene como el hilo dental o cepillos interproximales para eliminar los restos de comida entre los dientes.

 

También es muy importante la limpieza de la lengua ya que ésta es la mayor fuente de halitosis y constituye un reservorio importante de bacterias. Como complemento a estas técnicas de remoción mecánica se pueden utilizar algunos métodos químicos, como los colutorios que ayudan en unos casos a eliminar y en otros a disimular la halitosis. Los más aconsejables son aquellos que presentan agentes antibacterianos como triclosán, cloruro de zinc o clorhexidina cuyo uso continuado reduce la flora bacteriana responsable de la halitosis pero debe ser controlado por el odontólogo para evitar posibles efectos adversos. También existen dentífricos y sprays con este mismo propósito.

 

Por otro lado, en los casos en que la causa del mal aliento sea una patología dental se deberá realizar el tratamiento correspondiente como un empaste o endodoncia (“quitar el nervio”) si hay caries o si esta es muy avanzada, cambiar los empastes retentivos y filtrados y las prótesis, tanto fijas como removibles, que estén en mal estado. Asimismo, se deberán realizar limpiezas profesionales o curetajes en el caso de que exista enfermedad periodontal.

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