Lesiones pie corredor
Las lesiones del pie del corredor más comunes son la Fascitis Plantar, el Neuroma de Morton, la Tendinitis del Pie y las Fracturas de Stress del Pie. Son lesiones típicas de runners, triatleros y maratonianos.
Fascitis Plantar
La Fascitis Plantar es una inflamación de la aponeurosis plantar del pie. Se inflama el tendón que aguanta el arco óseo plantar. Se inserta en el hueso calcáneo y su tracción repetitiva en el hueso puede producir un Espolón Calcáneo (una calcificación).
Se presenta como dolor en el talón o en la zona media de la planta del pie. Se debe a microtraumatismo repetitivo sobre la planta del pie (básquet, vóley, footing....). Se agrava por un mal apoyo congénito del pie y calzado inadecuado. Suele doler por la mañana al levantarse, al estar frio el tendón. Mejora al caminar y al calentarse el tendón.
El tratamiento inicial es el masaje con frio local (botella con agua congelada a modo de rodillo), estiramientos matinales y antinflamatorios. Puede ser necesaria la fisioterapia o las infiltraciones guiadas por ecografía. Por último, la cirugía.
Pasada la fase inicial es necesario un estudio de la marcha y apoyo del pie. Con ello evitaremos episodios de repetición de fascitis plantar.
Neuroma de Morton
Se trata de la inflamación del nervio interóseo que pasa entre los dedos del pie (metatarsianos). Se engrosa la vaina que recubre el nervio.
La causa principal es el microtraumatismo repetitivo sobre la planta del pie, asociado a un mal apoyo congénito del pie. Suele afectar a los 3 primeros espacios interdigitales del pie. El tratamiento inicial es el frio local y los antinflamatorios. Puede ser necesaria la fisioterapia, infiltraciones eco-guiadas y la cirugía.
Tendinitis del Pie y Fracturas de Stress del Pie
Ambas patologías tienen un origen común: microtraumatismo repetitivo sobre el pie (footing, paseos montaña, saltos....). Afecta sobre todo a los huesos metatarsianos del pie. Puede agravarse por mal apoyos sobre la planta del pie (deformidad congénita, talones zapatos,....).
Pasada la fase inicial, es necesario un estudio de la marcha y apoyo del pie. El tratamiento inicial es el frío local y los antinflamatorios. Puede ser necesaria la fisioterapia (magnetoterapia), infiltraciones eco-guiadas o cirugía.