La Menopausia y el Síndrome Climatérico

Escrito por:

Dr. Manuel García-Manero

Ginecólogo

Publicado el: 18/01/2017
Editado por: Roser Bernés Ubasos


La palabra menopausia proviene de los términos griegos: menos “mes” y pausia “cese”. Por tanto, la menopausia es la finalización definitiva de la menstruación. Habitualmente, se produce alrededor de los 50 años debido al descenso en la producción hormonal del ovario e implica, además del cese de la menstruación, una serie de cambios y síntomas a los que la mujer debe adaptarse puesto que la menopausia es un proceso fisiológico y no una enfermedad. Debido al aumento de la esperanza de vida hasta los 80 años en los últimos dos siglos, la menopausia ocupa hasta un tercio de vida.

 

¿Qué es menopausia?

Hablamos de menopausia una vez transcurridos 12 meses desde la desaparición de la menstruación. El cuerpo de la mujer se encuentra ante una etapa de adaptación y transición hacia una nueva vía biológica que comporta la pérdida de la capacidad reproductiva. Su instauración tiene un carácter evolucionado, influye a todas las mujeres sanas con lo cual no puede ser definida como una patología endocrina; no debe ser por tanto medicalizada ni tratada de manera sistemática, salvo en determinados casos. 

La edad media de manifestación de la menopausia en mujeres sanas es alrededor de los 50 años. Es el resultado del propio envejecimiento, por lo tanto, a partir de ésta aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y alteraciones del metabolismo óseo y articular.

 

Diagnóstico de la menopausia

La evaluación clínica de la mujer al final de su etapa reproductiva precisa la identificación de los posibles síntomas climatéricos y la afectación a la calidad de vida de la paciente. Además debemos detectar distintas patologías que se manifiestan en esta etapa indicando su tratamiento oportuno. 

Para valorar la calidad de vida durante este proceso, llamado climaterio, se deben considerar los cambios que ocurren en el área física, psicológica, sexual, social y familiar de la mujer. Debido a este desconocimiento, a menudo los especialistas en Ginecología pueden confundir lo que la mujer percibe como más importante para su salud y su calidad de vida. Una escala para medir la calidad de vida, debe ser un cuestionario estandarizado que atienda todas los ámbitos que integran el concepto de calidad de vida y que pueda ser cumplimentado por la mujer. Una escala para medir la calidad de vida debe ser un cuestionario estándar que abarque todas las áreas que integran el concepto de calidad de vida, de fácil comprensión y que pueda ser cumplimentado por la mujer.

Tradicionalmente la valoración de la calidad de vida en la mujer menopáusica se ha realizado utilizando escalas clínicas que pretenden facilitar una cuantificación numérica que pueda ser aplicada para la evaluación de la eficacia de las intervenciones médicas. Ésta es la escala Kupperman. 

En España existe la escala Cervantes, durante la cual la paciente rellena, en una media de 7 minutos, 31 ítems sobre: menopausia y salud, sexualidad, afectación a nivel psíquico y relaciones de pareja. Su uso permite, además de saber el número de pacientes con alternaciones de su calidad de vida, poder valorar de manera objetiva las intervenciones médicas realizadas. 

 

Menopausia vs. calidad de vida

Dado que el 75% de las mujeres menopáusicas manifiestan un deterioro de su calidad de vida debemos plantearnos ¿Qué podemos hacer para mejorar su calidad de vida? Actualmente, se dispone de terapias que pueden mejorar los síntomas presentados por la paciente. Previamente a instaurar una terapia, sea hormonal o no, se deben individualizar los tratamientos y hacer copartícipe a la paciente en la toma de decisiones.

La sintomatotologia durante el climaterio es variable en su presentación, intensidad y evolución por lo que no es posible realizar una prescripción general. Se deben analizar los pros y contras de cada intervención farmacológica o no antes de iniciar dichas terapias. La tendencia de los especialistas es evolucionar hacia los tratamientos personalizados y hacia una práctica clínica diaria que gire entorno a la mejora de la calidad de vida de la persona. En este sentido se establecen distintos objetivos para considerar un tratamiento:


- Detectar el marco conceptual de actuación en la atención a la mujer durante el climaterio.

- Adquirir una visión integral y continua de la atención a la mujer climatérica durante todas las fases del proceso, enmarcada en un sistema integral de cuidados. 

- Optimizar los conocimientos de la actuación más frecuentes en la valoración y cuidados en cada etapa del climaterio para la detección de posibles riesgos. 

- Identificación de los factores etiológicos, fisiopatológicos en función de los cuidados, ante la aparición de posibles alteraciones. 

- Fomentar la educación, información y recomendaciones a la mujer sobre todos los aspectos del climaterio.

-Sentar las bases para la elaboración de programas y planes de cuidados para la atención integral a la mujer climatérica.

-Implicar a los especialistas en la función de gestión de cuidados en la atención hospitalaria y de atención primaria.

-Fomentar y reforzar las actitudes positivas para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras en el campo de la salud y la organización sanitaria.

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