La eyaculación precoz: diagnóstico y tratamiento

Escrito por:

Dr. Josep Maria Pomerol Monseny

Andrólogo

Publicado el: 20/04/2020
Editado por: Margarita Marquès


También denominada prematura o rápida, la eyaculación precoz es la eyaculación que, de manera persistente o recurrente, se produce dentro del primer minuto después de realizar la penetración en el curso de la actividad sexual de pareja. La forma más severa de presentación es cuando la eyaculación se produce antes de poder realizar la penetración.

 

Esta disfunción sexual masculina, que puede presentarse junto a otras disfunciones sexuales como las alteraciones de la erección y el deseo sexual, es la más frecuente y afecta al 20-30% de los hombres.

 

Sin embargo, la eyaculación precoz afecta tanto al hombre como a su pareja, ya que provoca preocupación y frustración, hasta el punto de llegar a evitar las relaciones sexuales.

 

Las causas de la eyaculación precoz

Las causas pueden ser psicológicas (malas experiencias en el inicio de la actividad sexual o personalidad ansiosa), neurológicas (enfermedades, cirugías o traumatismos de los nervios que regulan la eyaculación), farmacológicas, hormonales (hipertiroidismo) o secundarias a patologías o cirugías de la próstata o uretra.

 

La eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina,
que afecta al 20-30% de los hombres

 

También existe la posibilidad de que tenga un origen genético ligado al control cerebral de la liberación de serotonina, neurotransmisor fundamental en el proceso eyaculatorio. Aun así, en la mayoría de casos es difícil determinar la causa específica.

 

Cómo se diagnostica

A partir de una historia clínica detallada, de la exploración física y del tiempo transcurrido entre la penetración y la eyaculación (TLEI), se puede clasificar la eyaculación precoz de la siguiente manera:

Leve: si el tiempo es inferior a 2 minutos Moderada: si el tiempo dura entre 1 y 2 minutos Grave: si el tiempo es inferior a 1 minuto Muy grave: cuando la eyaculación se produce antes de la penetración

 

El tratamiento para la eyaculación precoz

A lo largo de la historia se han ensayado muchos tratamientos, pero todavía no existe ninguno que sea eficaz en todos los pacientes con eyaculación precoz. Entre las metodologías terapéuticas que se siguen aplicando en la actualidad, cabe mencionar las siguientes:

 

Abordaje psicológico: Identificación de trastornos que puedan ser la causa o contribuyan a empeorar el problema, así como consejos y aplicación de determinados ejercicios para retrasar la eyaculación. Ejercicios para interrumpir el reflejo eyaculatorio: Durante el coito se comprime el pene por debajo del glande cuando el paciente intuye que esta próximo a eyacular. Esta maniobra se repite varias veces y la puede realizar el propio paciente, pero se aconseja que sea la pareja la que la ejecute. Solución anestésica para pulverización cutánea del pene: Pulverización a tres niveles del pene con fármacos anestésicos (Lidocaína, Prilocaína) para disminuir la sensibilidad del órgano. Se aplica antes de iniciar la actividad sexual. Fármacos orales (Inhibidores de la recaptación de serotonina - ISRS): Favorecen el aumento de los niveles de serotonina, que permite el control cerebral de la eyaculación. Estos fármacos son eficaces para el tratamiento de la depresión, teniendo como efecto secundario el retraso de la eyaculación. El único fármaco oral aprobado por las autoridades sanitarias para el tratamiento de la eyaculación precoz es la Dapoxetina. Es también un ISRS, pero con mayor especificidad en la función sexual y se aplica entre 1 y 3 horas previas al deseo de actividad sexual. Neurotomía: Cuando han fracasado todos los tratamientos ensayados y la eyaculación precoz comporta importantes trastornos para el paciente y su pareja, puede ensayarse un tratamiento quirúrgico que consiste en seccionar pequeños nervios del dorso del pene con el fin de intentar disminuir la sensibilidad del órgano.

 

Cualquiera de los tratamientos ensayados tiene por objetivo intentar retrasar la eyaculación durante un determinado periodo de tiempo, nunca inferior a 2-4 meses. Al suspender el tratamiento, puede persistir el retraso eyaculatorio o reaparecer el problema.

 

La situación ideal sería conseguir el control para eyacular en el momento deseado, aunque en la mayoría de ocasiones exitosas el paciente debe conformarse con retrasar la eyaculación en unos pocos minutos. En la actualidad, el tratamiento más exitoso es el que combina los fármacos y la ayuda psicológica.

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