La artrosis de la base del pulgar, un tratamiento a medida para cada paciente

Escrito por:

Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz

Traumatólogo

Publicado el: 28/06/2013
Editado por:


El pulgar de la mano humana, mucho más venta­joso que el del primate, es completamente opo­nible a los otros cuatro dedos y permite hacer una pinza de precisión, por lo que puede mani­pular objetos de diferentes tamaños.

 

Esta ventaja evolutiva hace que exista un uso cotidiano de la mano y, en consecuencia, una mayor predisposición a sufrir una degeneración articular de la articulación trapecio-metacarpia­na conocida como artrosis de la base del pulgar o rizartrosis.

 

La rizartrosis afecta de forma más prevalen­te a la mujer postmenopáusica,

 

La citada rizartrosis afecta de forma más prevalen­te a la mujer postmenopáusica, siendo la rela­ción respecto al varón de 1/10. El 30% de ellas son bilaterales. Entre las causas para producir artrosis a este nivel, las más frecuentes son: el sobreuso articular, la predisposición genética, los factores hormonales y la hiperlaxitud.

 

Tan sólo un tercio de las rizartrosis son significati­vas clínicamente y el paciente requiere de asis­tencia médica, medicación y, ocasionalmente, incapacidad laboral. Cuando es avanzada puede constituir una importante limitación de la capa­cidad funcional de la mano, además de producir dolor, inestabilidad, deformación y pérdida de movilidad.

 

El tratamiento es inicialmente conservador, se basa en analgésicos y condroprotectores, además de la te­rapia ocupacional para un mejor uso de la mano, las infiltraciones de ácido hialurónico (estadios ini­ciales) y el uso de ortesis correctoras.

 

Cuando fracasa el tratamiento habitual hay que individualizar cada caso en función de la edad y grado de artrosis. Existe un gran abanico de posibilidades, desde cirugías mínimamente invasivas como la artros­copia trapecio-metacarpiana hasta la artrodesis en trabajadores manuales de fuerza, la artro­plastia trapecio-metacarpiana y la artroplastia de suspensión interposición. Cabe señalar que una parte de la mano tan especializada precisa de un tratamien­to muy exigente, siempre buscando las técnicas quirúrgicas menos invasivas y agresivas, con las que se obtengan buenos resultados clínicos. 

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