Insuficiencia venosa crónica: terapia con microespuma
La insuficiencia venosa se puede decir que engloba a todos aquellos estados en los que se produce una congestión sanguínea en una región del cuerpo, habitualmente en las piernas, provocado por una afectación del sistema venoso que es incapaz de evacuar de forma eficaz el contenido sanguíneo de los tejidos.
Manifestaciones clínicas y evolución de la insuficiencia venosa
La congestión venosa que se produce en la insuficiencia venosa y su causa más frecuente, las varices, provoca de forma progresiva una serie de manifestaciones, al principio poco relevantes, como el cansancio y pesadez de piernas, que se incrementan con el calor y posiciones ortostáticas y que se alivian con lo contrario, el descanso, la deambulación y el frío.
Posteriormente con el paso del tiempo los tejidos comienzan a afectarse:
- Fatiga muscular con sensación de distensión
- Edema (en las primeras fases desaparecen manteniendo las piernas en elevación)
A partir de este punto comienzan los problemas más importantes: la afectación de los propios tejidos:
- Cambios en la pigmentación de la piel
- Fragilidad de la misma
- Aumento de temperatura
- Úlceras (habituales en la cara interna del tobillo (submaleolares))
- Infecciones locales
- Flebitis
- Varicorragia
Son lesiones importantes, que generan un gran impacto en el bienestar de las personas y tratamientos muy prolongados en el tiempo.
Causas de la infección venosa crónica
La insuficiencia venosa de extremidades inferiores es una enfermedad compleja, cuyo origen puede ser muy diverso, pero por su frecuencia, el mayor exponente lo constituyen las dilataciones varicosas. Los especialistas en Angiología y Cirugía Vascular indican que aproximadamente un 10% de la población presenta este problema, lo que supone que en España lo padecen aproximadamente 3.5 millones de personas.
Las varices, como causa más frecuente de la insuficiencia venosa, afectan a las venas del sistema venoso superficial de las piernas, cuya función de llevar la sangre en sentido ascendente (hacia el corazón) ha sido totalmente alterada, por las lesiones que se producen las paredes venosas y sobre todo, en su sistema valvular. Existe una inversión en el sentido de la circulación sanguínea, provocando lo que denominamos “estasis venoso e hipertensión venosa”.
En el origen de la aparición de las varices existen múltiples teorías, pero la herencia (trasmisión genética) toma un papel predominante en todas ellas, constituyendo el factor fundamental no solo en cuanto a su aparición, sino también en el grado e intensidad de su afectación. La profesión, tipo de vida, sedentarismos, sobrepeso, exposición al calor continúa…, hacen que su evolución sea más rápida.
Diagnóstico de las varices
Si hablamos de las varices como lo que es, un problema médico, se debe realizar un correcto diagnóstico en cuanto al origen y topografía de las mismas:
- Historia clínica completa
- Análisis de los síntomas
- Signos visuales
- Exploración adecuada
Posteriormente, el estudio se complementa con técnicas diagnósticas no invasivas, fundamentalmente Doppler y Eco-Doppler.
Tratamientos de las varices: Terapia con microespuma
Realizado el diagnóstico hay que decir que prácticamente todos los pacientes con varices pueden ser tratados de forma eficaz, dependiendo evidentemente del grado de afectación. El tratamiento médico se sustenta en dos pilares fundamentales:
- Las medidas antiestásicas, en donde englobamos las variaciones del estilo de vida (control de peso, alimentación, deporte, ropa, calzado, masajes, protección epitelial…)
- La contención con medias elásticas y el tratamiento farmacológico, en donde incluimos los veno o linfovenotónicos.
Cuando las varices está instauradas y existe una insuficiencia asociada, el tratamiento médico conservador no es suficiente para el control de las mismas, debiendo recurrir entonces a tratamientos con los que se intenta restaurar el sistema circulatorio afectado y evitar su sobrecarga. La cirugía en sus distintas modalidades son:
- Resectiva
- Hemodinámica
- Soportada con láser
- Radiofrecuencia
- Vapor de agua
- Sellado con pegamento
La esclerosis convencional ha sido practicada desde hace más de 50 años como tratamientos puntuales de las varices. La incorporación de las microespumas a nuestro arsenal terapéutico ha supuesto un avance notable en su tratamiento y en estos momentos puede constituir una alternativa válida y eficaz a la cirugía.
Básicamente, el tratamiento con microespuma consiste en la inyección directa sobre las varices, de una sustancia que tiene la textura de una espuma, que en su progresión dentro del sistema venoso, desplaza a la sangre, genera una reacción inflamatoria y posterior fibrosis en el segmento tratado, que posteriormente el cuerpo se encarga de reabsorber y por tanto, eliminar.
El resultado obtenido con este tratamiento, en un buen número de casos, es similar al quirúrgico, superándolo en casos en donde existen lesiones tisulares. Los resultados están en relación directa con la correcta elección del tipo y densidad de la microespuma y de la técnica realizada.