Implantes cigomáticos, la solución para los casos imposibles

Escrito por:

Dr. Alfredo Martínez García

Cirujano maxilofacial

Publicado el: 16/02/2016
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La aparición de los implantes dentales ha contribuido a que un gran número de pacientes solucionen la pérdida de dientes cada año en todo el mundo. El tratamiento consiste en la colocación de un tornillo, que hace las veces de raíz, y en el cual se fija una corona proporcionando una solución a la pérdida dental con prótesis fija.

Pese a ser un proceso sencillo, existen casos en los que la ausencia de hueso en el maxilar impide la colocación de estos implantes. Esta pérdida de dientes en el maxilar a menudo es consecuencia de llevar durante muchos años una prótesis removible, lo que impediría la colocación de los implantes tradicionales.

 

 

 

Tratamiento de los implantes cigomáticos

En aquellos pacientes que resulte complicado aplicar unos implantes, los cirujanos maxilofaciales han desarrollado distintas técnicas realizadas a través de injertos y así regenerar el hueso perdido y permitir la colocación de los implantes. El temor de aquellos pacientes que sufren una pérdida de hueso tan grande que precisarían pasar por quirófano para extraer el hueso de la cadera o incluso del cráneo para realizar los injertos ha contribuido a la investigación de una nueva técnica. Ésta consiste en la colocación de unos implantes anclados en el hueso malar, acción que permite restaurar una prótesis fija sin necesidad de tener que llevar a cabo injertos. Generalmente se realiza bajo anestesia local y sedación o anestesia general, siempre en presencia de un anestesista y con las medidas sanitarias requeridas.

Este tipo de técnica resulta más difícil que las habituales, por ello requiere una mayor experiencia y formación. Suele ser una intervención limitada a cirujanos maxilofaciales y/o a dentistas con amplia experiencia quirúrgica.

 

Estética dental en implantología

Realizarse un tratamiento de implantes cigomáticos no significa renunciar a la estética dental, sobretodo en los casos comprometidos de pérdida de hueso. En estas situaciones debemos tratarlos desde un enfoque especial, haciendo un examen minucioso de la anatomía y la sonrisa del paciente.

De este modo, el tratamiento estético comienza a partir de la misma extracción en que pueda ser necesario efectuar un injerto óseo o de encía. Tras colocar el implante quizás se requiera la implantación de una prótesis provisional que dé forma a la encía para conseguir un resultado estético excelente y satisfactorio para el paciente. El paciente se puede ir a casa con dientes provisionales fijos en el mismo día o al día siguiente, si el paciente así lo solicita.

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