¿Hay personalidades propensas a tener ansiedad?

Escrito por:

Dr. Eduardo Garcia-Camba de la Muela

Psiquiatra

Publicado el: 03/01/2017
Editado por: Anna Raventós Rodríguez


La ansiedad es una experiencia universal. Todos, en algún momento, como respuesta del organismo frente al estrés de la vida diaria, podemos tener sensación de ansiedad. Eso no se considera un trastorno en sí mismo, sino que traduce las reacciones psicobiológicas que desencadena algo que nos preocupa y nos crea esa sensación de tensión personal. Tal tensión se acompaña de una repercusión corporal con síntomas, tales como tensión muscular, temblor, sudoración, dificultad respiratoria o respiración agitada, cefalea, palpitaciones, sensación de “nudo en el estómago” y diarrea.

Hay personas que son más proclives a estas manifestaciones; se trata de personalidades vulnerables que reaccionan frente a las dificultades de la vida con mayores niveles de ansiedad. En ese sentido podríamos diferenciar el estar ansioso frente a una situación concreta y puntual que produce miedo, inseguridad y sensación de peligro; frente al ser ansioso como un rasgo de personalidad permanente que genera esta sensación de forma mucho más habitual, pudiendo condicionar un trastorno de ansiedad. Estas personas tienden a sobrestimar el peligro y sus posibles consecuencias, y experimentan una gran propensión al desasosiego e inquietud permanentes. Esto ya se considera una categoría clínica, cuyos cuadros principales son el trastorno de angustia o de pánico, el trastorno de la ansiedad social o fobia social, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias en sus distintas expresiones. Cada uno de estos trastornos de ansiedad presenta algunos aspectos propios y diferentes, pero todos comparten las siguientes características distintivas:

Miedo irracional y excesivo Sentimientos aprensivos y de tensión Dificultad para el funcionamiento y manejo de las tareas diarias

Esta situación genera un impacto significativo en la calidad de vida y el rendimiento psicosocial de la persona afectada, que se va a sentir muy interferida por esa sintomatología ansiosa.

 

Causas de la ansiedad

Las causas de la ansiedad son complejas y, como sucede con muchos trastornos en medicina, son multifactoriales, incluyendo factores genéticos, biográficos, antecedentes familiares de trastornos de ansiedad, acontecimientos biográficos estresantes o traumáticos, factores psicológicos, neuroquímicos, la coexistencia de otros problemas médicos y el consumo de sustancias.

En el plano psicológico se han planteado tres grandes grupos de teorías: psicodinámicas, cognitivas y conductuales.

Las teorías psicodinámicas defienden como causas principales los acontecimientos biográficos estresantes o traumáticos. La teoría cognitiva defiende que en las personas con trastornos de ansiedad se produce una distorsión del pensamiento, responsable de una sobrestimación del peligro y sus posibles consecuencias. Según la teoría conductual las personas con trastornos de ansiedad han aprendido a asociar el miedo que se siente durante un acontecimiento estresante o traumático con ciertas señales, como un lugar, un sonido o un sentimiento. Cuando estas señales vuelven a presentarse, el miedo se va a re-experimentar. Una vez que la asociación entre el miedo y la señal se aprende, la reacción es automática e inmediata y queda fuera de control consciente. El miedo se siente antes de que haya tiempo de reconocer si el peligro está cerca. Tales señales pueden ser externas o internas.

Factores biológicos en la ansiedad

Las causas biológicas de los trastornos de ansiedad incluyen aspectos neuroquímicos y de actividad cerebral y aspectos genéticos; además, también pueden estar en relación con problemas médicos, otros trastornos psiquiátricos y el consumo de alcohol o sustancias.

En lo referente a los aspectos neuroquímicos, son tres los neurotransmisores que estarían implicados en el desarrollo de la ansiedad: la serotonina, la norepinefrina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA).

La serotonina desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo, la agresión, el control de los impulsos, el sueño, el apetito, la temperatura corporal y la percepción del dolor. El mecanismo de acción de un grupo de medicamentos utilizados para tratar los trastornos de ansiedad es el aumento del nivel de serotonina mejorando la neurotransmisión de determinados mensajes.

Por su parte, la noradrenalina participa en la respuesta de lucha o huida frente a las situaciones percibidas como de peligro y en la regulación del sueño, el estado de ánimo y la tensión arterial. El estrés agudo aumenta la liberación de noradrenalina y en los trastornos de pánico parece estar mal regulado el sistema que controla la liberación de ese neurotransmisor.

El GABA ayuda a inducir la relajación y el sueño y a evitar la sobreexcitación. Las benzodiacepinas potencian su actividad.

 

Cambios que produce la ansiedad en la actividad cerebral

Las modernas técnicas de imagen cerebral han permitido detectar algunas alteraciones vinculadas con los trastornos de ansiedad, tales como anomalías en el flujo sanguíneo cerebral y el metabolismo, anomalías estructurales (como atrofia en los lóbulos frontales, occipitales y temporales) y la actividad en el locus ceruleus (con un elevado número de neuronas de norepinefrina). El núcleo mediano del rafe (con un gran número de neuronas de serotonina) parece estar implicado en la producción de ataques de pánico.

Factores genéticos en la ansiedad

Se ha demostrado que las personas son más propensas a sufrir un trastorno de ansiedad si tienen un familiar que también lo padece.

La frecuencia de agrupación familiar es particularmente elevada entre las personas aquejadas de crisis de pánico casi la mitad de las cuales tiene al menos un pariente que también presenta ese trastorno.

 

Alcohol, medicamentos y sustancias ilícitas

El uso de sustancias puede inducir síntomas de ansiedad, tanto cuando la persona está intoxicada como cuando está en abstinencia.

Las sustancias más frecuentemente asociadas con la clínica de ansiedad son los estimulantes como la cafeína, drogas ilícitas como la cocaína y fármacos como el metilfenidato.

 

Enfermedades médicas

Algunas enfermedades tales como el hipertiroidismo, el asma, el feocromocitoma, la porfiria y el Parkinson pueden causar síntomas de ansiedad.

De hecho, la valoración médica por parte del Psiquiatra del paciente es fundamental antes de aplicar el diagnóstico de trastorno de ansiedad, ya que ésta puede ser la consecuencia o manifestación de una enfermedad médica subyacente.

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