Estenosis de canal, ¿cuáles son los tratamientos disponibles?

Escrito por:

Dr. Kelvin Piña Batista

Neurocirujano

Publicado el: 05/08/2021
Editado por: Alicia Arévalo


¿Qué es exactamente la estenosis de canal?
 

La estenosis lumbar consiste en el estrechamiento del canal medular, que es el canal que forman los huecos de la columna vertebral por los que pasa la médula espinal, disminuyendo el espacio disponible para ésta y las raíces nerviosas.
 

Como consecuencia, los nervios que dan la sensibilidad a nuestras piernas, sufren una congestión venosa que dificulta el riego sanguíneo normal y la aportación de oxígeno. El resultado es un dolor que aparece cuando se realiza un esfuerzo y que, al contrario, no se presenta en reposo.

 

¿Cuáles son los síntomas que indican un posible caso de estenosis de canal?

A nivel lumbar, la claudicación neurógena de la marcha consiste en un dolor, molestias o pesadez en las piernas mientras está caminando, lo que obliga al paciente a tener que sentarse y descansar. A los minutos de estar sentado, puede recuperarse y seguir caminando. Los principales síntomas son:

Hormigueo, entumecimiento o debilidad en las piernas Dolor o calambres en una o ambas piernas cuando permaneces parado durante períodos prolongados o cuando caminas, molestia que suele aliviarse al inclinarte hacia adelante o al sentarte La estenosis de canal provoca dolor, molestias o pesadez en las piernas mientras está caminando.
 


 

¿Cuáles son las causas de esta alteración?

Algunas personas nacen con un conducto vertebral pequeño. Sin embargo, la estenosis del canal lumbar puede ser causada por múltiples factores, muchos de ellos asociados a la edad:

Hernias de disco.  Ligamentos engrosados.  Lesiones en la columna vertebral.  Degeneración artrósica de la columna vertebral Espondilolistesis. Escoliosis. Causas congénitas.

 

¿Qué tratamiento se debe seguir para corregirlo?

La estenosis de canal, además de quirúrgico, tiene tratamiento conservador. Entre ellos, se incluyen:

Recomendaciones sobre ergonomía e higiene postural. Tratamiento farmacológico: analgésicos, relajantes musculares y corticoides. Fisioterapia: estiramiento, fortalecimiento, acondicionamiento y educación postural.

 

Como último recurso, se encuentra la cirugía realizada por un especialista en Neurocirugía.

Tratamiento quirúrgico: Solo debe considerarse si la capacidad del paciente para participar en las actividades cotidianas se reduce de manera inaceptable y si los esfuerzos para aliviar los síntomas con medios no quirúrgicos han sido improductivos. En caso de optar por la cirugía, existen diferentes alternativas quirúrgicas: En nuestro caso, la cirugía mínimamente invasiva.
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