¿Es posible un lifting facial sin cirugía?

Escrito por:

Dra. Montserrat Casas Ripoll

Médico estético

Publicado el: 05/09/2016
Editado por:


Con el paso del tiempo, la piel pierde hidratación y tersura, apareciendo arrugas. Además el rostro disminuye el volumen y las estructuras blandas faciales empiezan a caer, es decir, se vuelve más flácida, de modo que lo que pierde la forma de V, convirtiéndose en una V invertida. Para corregir esta flacidez, el tratamiento más novedoso en Medicina Estética es el lifting facial sin cirugía.

¿Qué es un lifting facial sin cirugía?

El lifting sin cirugía, también llamado, lifting líquido, efecto V o “Vector Ascendente”, es un tratamiento basado en infiltraciones que tiene como objetivo dar más volumen, elevar los tejidos, eliminar las arrugas e hidratar y mejorar la calidad de la piel del rostro.

Esta técnica trata los tres tercios faciales (superior: de la frente a los ojos; medio: de los ojos al labio; inferior: del labio al mentón) de forma personalizada dependiendo de las necesidades de cada paciente. Los productos que se utilizan son el ácido hialurónico y la hidroxiapatita (parte de la matriz ósea), que se inyectan en diferentes planos de profundidad y de forma ascendiente para así conseguir el efecto V.

 

¿En qué consiste el lifting facial sin cirugía?

Después de una primera visita de valoración, en la que se analizan los tres tercios faciales, incluyendo cómo está la caída, las arrugas, cuánto volumen se ha perdido, etc., se diseña un tratamiento concreto y personalizado.

El primer paso del lifting sin cirugía es reponer volumen y generar vectores ascendentes en el tercio superior, es decir, en el área temporal (sien) y en las arrugas periorbitarias (alrededor de los ojos) y glabelares (del entrecejo). Si la zona se rellena en plano profundo, el tratamiento conseguirá tanto hacer una línea más armónica como estirar los pómulos y las mejillas hacia arriba, levantando los tejidos.

En el tercio medio, las zonas tratadas son los surcos nasogenianos (laterales de la boca) y el área malar (mejillas y pómulos). Si ésta última está muy caída, se hacen unos vectores que producen un efecto elevador, devolviéndole tersura y firmeza.

Finalmente, en el tercio superior se trata en pacientes con edad más avanzada, redibujando y definiendo la línea mandibular.

El tratamiento se lleva a cabo con anestesia tópica (en la piel) y local y se tolera muy bien, generando efectos secundarios muy reducidos: un discreto edema durante 2-3 días y algunos cardenales entre 5 y 10 días.

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