Errores comunes que cometemos con el calzado de los más pequeños

Escrito por:

Dra. Laura Soria Villegas

Traumatóloga

Publicado el: 30/04/2021
Editado por: Patricia Pujante Crespo


Elegir bien el calzado de los más pequeños de la casa es muy importante para evitar problemas de crecimiento y en los pies, malas posturas y posibles intervenciones quirúrgicas futuras. La Dra. Soria, especialista en Traumatología y Traumatología Infantil, explica cuáles son los errores más comunes que cometemos a la hora de comprar el calzado infantil.

 

Comprar una talla más grande de zapatos es un error

Muchas familias optan por comprar los zapatos de los niños una talla más grande, y así aprovecharlas durante más tiempo y no tener que comprar zapatos cada dos meses. Aunque puede comprenderse la intención de ahorrar dinero, puede ser contraproducente para los pies de los niños. Cuando se prueba el calzado a los niños, deberíamos poder introducir el dedo índice detrás del talón. Si el dedo cabe es la medida correcta, ya que el zapato no se quedará pequeño enseguida pero tampoco es una talla tan grande como para que el niño/a tenga que sujetarla con los dedos y hacer fuerza para que no se caiga, algo que no sería nada recomendable.

Comprar una talla más de zapatos en niños no es bueno, las chancletas son perjudiciales
y los zapatos demasiado planos tampoco se recomiendan

 

Las chancletas y los zuecos pueden producir lesiones

Las chancletas y los zuecos deben evitarse para ir a la piscina o a la playa. No se recomiendan porque lo que hace el pie es encoger los dedos, como si tuviera que hacer fuerza para arrastrar el zapato. Esto puede provocar en el niño futuros Hallux Valgus o juanetes, o bien dedos en garra. Para evitarlo es muy importante que todo el calzado tenga una tira o cinta que recoja el talón por detrás, con el objetivo de que el niño no haga el gesto de querer coger el zapato para caminar.

 

Los tacones solo para pies planos, no en niños

Los tacones no son aconsejables, sobre todo en niños pequeños, de ocho o nueve años. A veces, no obstante, hay niñas adolescentes que caminan mejor con tacones porque tienen pies planos. En cualquier caso, solo se recomiendan tacones de tres o cuatro centímetros, no más altos.

 

El calzado totalmente plano no es aconsejable

Aunque se ha citado anteriormente que los tacones no son aconsejables, el calzado totalmente plano tampoco lo es. Lo correcto sería que los zapatos tengan una plantilla interior que ejerza de puente, o un tacón muy pequeño (de unos dos centímetros). De esta manera se relaja el tendón de Aquiles y se evitará el dolor del crecimiento.

 

Los zapatos con velcro pueden hacer que el pie vaya demasiado suelto

El velcro puede hacer que el pie vaya demasiado suelto. Aunque en los colegios se fomenta la autonomía para que los niños y niñas sepan ponerse y quitarse solos los zapatos, lo más correcto sería un zapato bien atado, con cordones. En caso de optar por zapatos con velcro, este debe ser de buena calidad y, una vez se gasta, reemplazar el zapato, ya que el pie debe ir bien atado y recogido.

 

Ir calzado en casa es un error: mejor descalzo o con calcetines

Aunque la leyenda dice lo contrario, es mejor ir descalzo o con calcetines antideslizantes dentro de casa. Hasta que los niños tienen siete años se forma el puente, y yendo descalzos se favorece su construcción. Un constipado tampoco se coge por los pies sino por virus. Con unos calcetines los niños no se constiparán.

 

Los zapatos no deberían heredarse si no están en buenas condiciones

Antes de dar por válido un zapato heredado hay que revisar bien en qué estado está. Se debe comprobar que la parte del talón no está suelta y, si se abrocha con velcro, estos deben funcionar muy bien. Si el zapato es bueno puede utilizarse dos temporadas, e incluso pasar de un hermano a otro, pero tiene que estar en buenas condiciones.

 

Es importante cambiar de zapatos

Es conveniente que el niño cambie de zapatos y no lleve siempre el mismo calzado deportivo o las mismas botas. Es importante ir rotando.

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