Enfermedades infectocontagiosas: qué son y cómo nos afectan
Las enfermedades infectocontagiosas las podríamos definir como aquellas enfermedades infecciosas producidas por virus, bacterias, hongos o parásitos capaces de trasmitirse entre enfermos por distintas vías (respiratoria o contacto, entre otras) produciéndose el contagio. Algunos ejemplos son:
- Virus - Infección por COVID-19. Vía de contagio altamente probable respiratoria.
- Bacterias - Infección por tuberculosis pulmonar. Contagio respiratorio.
- Gonorrea por contacto sexual
Síntomas y signos
Los síntomas y signos de estas enfermedades pueden ser muy diversos en función del sistema o aparato que sean capaces de afectar. Generalizando, la mayor parte de los procesos infecciosos pueden producir como signo fiebre.
En el caso de las enfermedades infectocontagiosas que afectan al aparato respiratorio generalmente cursan con tos, disnea (fatiga), expectoración, odinofagia (dolor de garganta) y dolor torácico.
¿Cómo afectan a los enfermos de cáncer?
Los pacientes con cáncer y con tratamiento quimioterápico o radioterapia se consideran pacientes más susceptibles a padecer enfermedades infecciosas al estar en otros factores a tener en cuenta inmunodeprimidos. A su vez, es probable que puedan padecer en estadios avanzados de la enfermedades infecciones por gérmenes oportunistas como es la candidiasis.
En cuanto la edad, la incidencia es mayor en los extremos de la vida siendo los grupos etarios, los niños y los ancianos con enfermedades concomitantes (insuficiencia cardiaca, cáncer y bronquitis crónica, entre otras).
Prevención y tratamiento
En algunos casos es posible, como por ejemplo las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Para estos casos se recomienda usar métodos barrera (uso de preservativos) para evitar el contagio. En cuanto a enfermedades infectocontagiosas de transmisión respiratoria el uso de mascarillas quirúrgicas, mascarillas FPP2 y en aquellas cuyo contagio es por contacto se aconseja usar guantes y protección de piel (batas).
Respecto al tratamiento, este dependerá del tipo de enfermedad infecciosa y del grado de afectación en el momento del diagnóstico. No obstante, la mayoría de las infecciones bacterianas y fúngicas (por hongos) tienen tratamiento a través de los antibióticos y antifúngicos. En cuanto a las infecciosas víricas, no existen a día de hoy las mismas disponibilidad y variedad de tratamientos capaces de acabar con ellas.