El hígado graso: prevención, diagnóstico y tratamiento

Escrito por:

Dra. Nadia Chahri Vizcarro

Aparato digestivo

Publicado el: 18/03/2019
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El hígado graso es una patología emergente a nivel mundial, tanto en niños como en adultos. Esta enfermedad consiste en el depósito de grasa en exceso dentro del hígado, afectando especialmente a personas obesas y/o diabéticas. También influyen otras causas de riesgo:

El componente genético Una dislipemia Sufrir hipertensión arterial La toma de ciertos fármacos como antiarrítmicos o quimioterápticos

 

Se calcula que hasta un 25% de la población española sufre esteatosis hepática. Este riesgo se incrementa en caso de sufrir diabetes mellitus, viéndose afectados entre un 40 y un 70% de los pacientes diabéticos.

 

El hígado graso afecta especialmente a personas obesas y/o diabéticas.

 

¿Qué puede causar el hígado graso?

Distintos grados de lesión hepática: desde formas leves con escasa inflamación o hepatitis, hasta formas más graves como una fibrosis hepática. Cirrosis hepática, con riesgo de desarrollar un cáncer hepático o hepatocarcinoma.

 

¿Cómo prevenir y diagnosticar el hígado graso?

En primer lugar, debe quedar claro que la enfermedad suele ser asintomática durante las primeras fases. En cambio, en estados más avanzados el paciente ya padece una cirrosis hepática con las descompensaciones que se le asocian.

 

Diagnosticar la patología es sencillo y normalmente se consigue mediante una ecografía abdominal y una analítica sanguínea. El estadiaje o gradación de la patología puede realizarse a través de una biopsia hepática, aunque recientemente se está abandonando la técnica, debido al riesgo de complicaciones.

 

En la actualidad se prefiere realizar un Fibroscan o elastografía hepática, que permite valorar el grado de fibrosis hepática. Se trata de un método no invasivo con varias ventajas, entre las que se encuentran su carácter ambulatorio y que es inocua.

 

Si la patología se detecta en un estado inicial, el diagnóstico acostumbra a ser positivo. No obstante, en el caso de padecer fibrosis avanzada, se incrementa el riesgo de mortalidad de un 10-12% a los 10-15 años del diagnóstico. También condicionan la supervivencia del paciente las demás comorbilidades asociadas a la enfermedad, por lo que una patología cardíaca u otros tipos de cánceres serán las siguientes causas de muerte más habituales.

 

El diagnóstico de esteatosis hepática, en la mayor parte de los casos, se realiza de manera causal, durante el estudio de otras patologías. En Clínica Planas se recomienda indagar sobre esta enfermedad y prevenirla en aquellos pacientes que sufren obesidad y/o diabetes mellitus. Y por el contrario, cuando se diagnostica esteatosis hepática se deben tener en cuenta todos los factores de riesgo cardiovascular, puesto que se tratan dos caras de la misma moneda.

 

¿Cómo se trata el hígado graso?

El tratamiento se basa en controlar dos ámbitos. El primero de ellos es la base del tratamiento y consiste en seguir una dieta hipocalórica controlada, además de la práctica de ejercicio físico aeróbico. El objetivo es reducir el peso corporal en un 7-10% para lograr una mejora histológica y analítica. El segundo es tratar los factores de riesgo metabólicos cuando se hallen asociados, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la dislipemia.

 

Actualmente no se puede ofrecer a los pacientes un tratamiento dirigido a eliminar la grasa hepática de forma específica. Por este motivo, se está trabajando en nuevos fármacos prometedores con propiedades antifibróticas, antinflamatorias y de sensibilización a la insulina.

 

Lo importante es promover hábitos de vida saludable, tratar las patologías asociados al hígado graso e investigar el diagnóstico de patología hepática grasa no alcohólica en la población de riesgo.

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