Cuatro preguntas clave sobre el aneurisma
Escrito por:
Cirujano cardiovascular
Publicado el: 02/09/2016
Editado por: Marga Marquès
Un aneurisma es una dilatación o ensanchamiento anormal de una parte de una arteria, que se produce a causa de la debilidad en la pared de un vaso sanguíneo, de manera que aumenta el diámetro con riesgo de ruptura y hemorragia.
¿Qué es el aneurisma de aorta?
La aorta es el principal conducto del organismo, que lleva sangre desde el corazón hacia todo el resto del cuerpo.
Puede sufrir un proceso que se llama aneurisma o degeneración aneurismática, que consiste en la dilatación de sus paredes, de forma que puede llegar a romperse y provocar una hemorragia interna.
Estas situaciones pueden ser muy graves, como es lógico, y lo más importante es una detección temprana.
En un aneurisma se rompe la pared de alguna
vena y puede provocar una hemorragia interna
¿Cuáles son las causas del aneurisma y qué síntomas presenta?
La mayoría de las veces los aneurismas se producen por el tabaco, por la hipertensión arterial o bien por que haya antecedentes en la familia de problemas de aorta o de problemas de aneurisma.
Los síntomas generalmente son asintomáticos, de manera que el paciente hace una vida normal y el aneurisma de aorta es diagnosticado mediante una serie de pruebas, como una resonancia magnética, escáner o ecografía, entre otras. Un paciente puede tener un aneurisma grande y no tener ningún síntoma.
Aun así, pueden aparecer síntomas cuando aparecen complicaciones: si se rompe o cuando sufre una hemorragia interna por rotura.
¿Qué tipos de aneurisma existen?
Los aneurismas se clasifican en base al criterio de su etiología y localización, porque puede ser torácico, abdominal, toracoabdominal, etc. Y también en base al tipo de morfología que tienen.
Lo más importante es diferenciar entre los aneurismas de aorta abdominal, que ocurren en la zona abdominal de la aorta, y los aneurismas torácicos.
En cualquier caso, los tipos de aneurismas más peligrosos son aquellos que ocurren en zonas de la aorta donde nacen ramas vitales para el organismo.
Por ejemplo, si ocurre un aneurisma en la zona de cayado aórtico, donde salen las arterias de la carótida y las arterias que riegan el cerebro, o si ocurre un aneurisma toracoabdominal, que esté justo en la zona en la que salen las arterias para los riñones, para el intestino, etc. Estos son los más peligrosos, porque para poder tratarlo, tenemos que mantener la vascularización de los territorios de las arterias que salen de la zona.
Todo esto ha evolucionado muchísimo en los últimos años, y se han desarrollado numerosas técnicas, tanto abiertas como endovasculares, para poder tratar casos que hace no tantos años pensábamos que eran inoperables.
¿Cómo se pueden tratar los aneurismas?
Con relación al tratamiento de los aneurismas, siempre depende de su localización.
Los aneurismas de aorta ascendente o de cayado normalmente requieren cirugía abierta y el uso de circulación extracorpórea.
Los aneurismas de torácica descendente o los abdominales cada vez más los hacemos con técnicas que llamamos endovasculares. Son técnicas mínimamente invasivas, que se realizan con prótesis hechas a medida para cada paciente con el objetivo de recubrir el aneurisma por dentro. Se trata de intervenciones que suelen hacerse a través de la ingle con unas pequeñas incisiones por las que se va introduciendo la prótesis, haciendo que no sea necesario abrir las cavidades para llegar al aneurisma propiamente.
De todas formas, hay casos en los que hay mejores resultados con cirugía abierta en lugar de endovascular. Cada caso es especial y requiere un estudio completamente minucioso para decidir cuál es el tratamiento mejor indicado.
Lo importante es que le traten profesionales expertos en Cirugía cardiovascular, que estén experimentados en todas las opciones de tratamiento, tanto abiertas como endovasculares, de forma que, de manera objetiva, se pueda recomendar a un paciente cuál es el mejor tratamiento para su caso.