¿Cuándo recurrir al tratamiento conservador en un esguince de tobillo?

Escrito por:

Dr. Jordi Vega García

Traumatólogo

Publicado el: 28/06/2021
Editado por: Patricia Pujante Crespo


El esguince de tobillo puede clasificarse en tres grados. Éstos determinan el alcance de la lesión y pueden ir desde una distensión o pequeña rotura de ligamentos (lesión de primer grado) a una rotura completa de más de un ligamento (lesión de tercer grado). Según la gravedad del esguince los especialistas en Traumatología optarán por un tratamiento u otro, con el objetivo de conseguir una buena recuperación. Si son esguinces de primer y segundo grado puede optarse por el tratamiento conservador.

Si un esguince de tobillo no se trata bien puede aparecer dolor crónico
o incluso inestabilidad crónica de la articulación

 

¿Cómo suelen producirse los esguinces de tobillo?

El esguince de tobillo más frecuente ocurre cuando el pie se gira hacia dentro y los ligamentos de la parte exterior del tobillo se estiran demasiado. Es una torcedura común en deportes que implican correr, saltar o hacer cambios rápidos de dirección, tales como el fútbol o el baloncesto. No obstante, es una torcedura que también puede ocurrir en nuestro día a día, bajando escaleras o incluso caminando o corriendo en alguna superficie irregular.

 

Cuando el esguince es de primer grado la lesión es menor, afectando a menos de la mitad del tejido de los ligamentos. En estos casos el paciente suele sufrir un pequeño hematoma en el lateral del tobillo. En cambio, cuando el esguince de tobillo ya pasa al grado dos, supone una lesión un poco más grave, pero no llegan a romperse totalmente los ligamentos. Se producirá un hematoma más grande que en los de primer grado.

 

¿Cómo debe ser un tratamiento conservador de tobillo?

Si un esguince de tobillo no se trata bien y el paciente retoma algunas actividades demasiado pronto tras el esguince, puede conllevar complicaciones, tales como dolor crónico en el tobillo o inestabilidad crónica de la articulación.

 

El tratamiento conservador del esguince de tobillo busca reducir el dolor que sufre el paciente y que la articulación funcione de nuevo. Los puntos fundamentales de todo tratamiento conservador son: hacer reposo, aplicar hielo e inmovilizar el tobillo. El tiempo que el tobillo deba estar inmovilizado depende del grado de la lesión y de cada paciente, ya que no es lo mismo un paciente que sufre un primer esguince que otro que ha sufrido varios.

 

Cuando pasa esta primera fase el paciente deberá acudir a sesiones de Fisioterapia. Consistirá en sesiones de rehabilitación donde se irá añadiendo carga progresiva a la articulación, así como una movilización activa y pasiva del tobillo, ejercicios de potenciación y de propiocepción. Este último concepto se define como la capacidad del cerebro para saber la posición exacta de todas las partes del cuerpo en cada momento. Los ejercicios de propiocepción, pues, ayudan a regular el equilibrio, coordinar movimientos y mantener el nivel de alerta del cerebro. Esto es, además, un trabajo idóneo para evitar lesiones, prevenir recaídas y ayudar a recuperarse de la lesión, algo muy importante para tratarla de manera conservadora.

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