Cómo tratar un glaucoma

Escrito por:

Dr. Miguel Ángel Arcediano Sánchez

Oftalmólogo

Publicado el: 10/07/2017
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Existen diferentes opciones de tratamientos disponibles, que han sido diseñadas para ralentizar, o frenar el daño al ojo causado por el glaucoma. Aunque la visión que ya se ha perdido debido al glaucoma no se puede recuperar, esos tratamientos pueden frenar la pérdida de visión posterior.

 

Tratamientos para abordar el glaucoma

El especialista en Oftalmología sugerirá el uso de colirios, un procedimiento láser o un procedimiento quirúrgico para tratar el glaucoma. Todos esos tratamientos tienen un objetivo común: rebajar la presión intraocular y evitar daños adicionales al nervio óptico. - Los colirios con receta médica bajan la presión intraocular ya que hacen descender la cantidad de líquido que produce el ojo o ayudan a que el fluido abandone el ojo con mayor facilidad.  - Los procedimientos láser pueden rebajar la presión ocular aliviando el bloqueo en el mecanismo de drenaje del ojo. En algunos casos, el láser también se utiliza para crear nuevos canales de drenaje en el interior del ojo, cuando hay una obstrucción al flujo normal de fluido. Los procedimientos quirúrgicos rebajan la presión ocular creando una abertura en la pared del ojo, por la que el fluido puede salir con facilidad.  - Otra posibilidad quirúrgica es implantar un tubo denominado “derivación”, para canalizar la salida del fluido. Su plan de tratamiento dependerá del tipo de glaucoma que tenga, de cuánto haya avanzado y de su estado de salud general.  Es el especialista en Oftalmología quien determinará la mejor forma de tratarle.

Trabeculoplastia láser de argón o TLA

El tipo más común de cirugía con láser para el glaucoma de ángulo abierto se llama trabeculoplastia láser de argón o TLA. Durante la TLA, el médico dirige un rayo láser de alta frecuencia al interior del sistema trabecular, que es la principal región de drenaje del ojo. En la mayoría de los casos se trata con aplicaciones puntuales de láser, normalmente entre 40 y 80 aplicaciones. La TLA permite que el fluido acuoso drene con más facilidad, con lo que reduce la presión del ojo. Generalmente es indolora o provoca apenas una ligera molestia.  Después del procedimiento al paciente se le suele tratar por un par de días con gotas oftálmicas antiinflamatorias. La mayoría de los pacientes debe acudir a una visita de reevaluación en unas pocas semanas.

Trabeculoplastia láser selectiva o TLS 

La opción de cirugía láser más reciente para el tratamiento del glaucoma de ángulo abierto se denomina trabeculoplastia láser selectiva o TLS. En esta intervención el láser trata selectivamente ciertas células, dejando intactas otras partes del sistema trabecular. El seguimiento y los efectos de la intervención son exactamente los mismos que con la TLA.

Trabeculectomía

El glaucoma también se puede tratar mediante un proceso especial denominado trabeculectomía. Durante esta intervención se crea un canal alternativo mediante el que pueda salir el fluido del interior del ojo cuando las vías habituales se bloquean. El fluido se recoge fuera del ojo en un pequeño bolsillo, desde donde posteriormente lo reabsorbe el cuerpo. Esto rebaja la presión del fluido en el interior del ojo, lo que ayuda a evitar daños adicionales al nervio óptico causado por el glaucoma. Durante las semanas posteriores a la intervención deberán utilizarse colirios para evitar la inflamación y la infección. Serán necesarias frecuentes visitas de seguimiento para que el especialista en Oftalmología pueda controlar su progreso y determinar la necesidad de algún tratamiento adicional. 
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