Cirugía endoscópica para el tratamiento del síndrome doloroso trocantérico

Escrito por:

Dr. Raul Parrón Cambero

Traumatólogo

Publicado el: 29/01/2024
Editado por: Marga Marquès Gener


La trocanteritis es la inflamación de la bursa que rodea el trocánter mayor del fémur y es una de las causas más comunes de dolor de cadera en mujeres de 40 a 70 años.

 

La bursa trocantérica actúa como un cojín para prevenir el roce entre los tendones y las prominencias óseas, facilitando el deslizamiento y evitando daños a los tendones. Esta bursa se encuentra entre el trocánter y el músculo tensor de la fascia lata, permitiendo el deslizamiento durante el movimiento de flexo-extensión de la cadera. Cualquier inflamación en esta bolsa puede resultar en la clínica de bursitis trocantérea.

 

El músculo tensor de la fascia lata, cuyo tendón es la cintilla o banda iliotibial, recorre desde la pelvis hasta la rodilla, pasando sobre el trocánter mayor. La fricción repetida entre estas estructuras puede causar inflamación y dolor.

 

El dolor puede irradiarse por la cara externa del muslo
hasta la rodilla, siguiendo la trayectoria de la banda iliotibial

 

¿Cuáles son los síntomas de la trocanteritis?

El síntoma principal es el dolor en la parte lateral de la cadera. Inicialmente, el dolor es intenso y agudo, pero con el tiempo se convierte en una molestia durante los movimientos de abducción y rotación de la cadera, como sentarse, subir escaleras o agacharse.

 

También puede haber dolor nocturno, especialmente al acostarse sobre el lado afectado, y el dolor puede irradiarse por la cara externa del muslo hasta la rodilla, siguiendo la trayectoria de la banda iliotibial.

 

¿Cuál es el tratamiento para la trocanteritis?

El objetivo principal es aliviar el dolor y la inflamación, fortaleciendo la musculatura abductora a través de programas de fisioterapia para prevenir recurrencias. El tratamiento inicial es conservador, con diversas opciones:

Modificación de la actividad: adaptar las actividades que causan dolor en la cadera hasta que se resuelva el malestar, como cambiar actividades irritativas y realizar actividades de bajo impacto. También se pueden modificar la superficie de entrenamiento y el calzado, así como aumentar las sesiones de musculación. Crioterapia: utilizar frío o hielo para reducir el dolor e inflamación durante 10 a 15 minutos, 2 o 3 veces al día, durante 2-3 semanas. AINEs (antiinflamatorios no esteroides): se pueden usar estos medicamentos por vía oral durante la primera semana. Infiltración de corticoides: en casos de bursitis severa o cuando los tratamientos anteriores no son suficientes, se puede considerar la infiltración con corticoides para obtener un alivio rápido. Fisioterapia: mejorar la flexibilidad y resistencia del músculo tensor de la fascia lata puede reducir el dolor. Iniciar un programa de estiramientos y fortalecimiento de este músculo, así como fortalecer la musculatura general de la cadera, es esencial para el tratamiento y la prevención. El uso de técnicas de tratamiento electroterapéutico, como TENS o ultrasonido, ayuda a reducir el dolor y la inflamación.

 

En casos de dolor persistente por más de 6 meses sin mejoría con medidas anteriores, la opción quirúrgica puede considerarse, en función de las recomendaciones del traumatólogo. La cirugía busca relajar la tensión de la fascia lata sobre el trocánter, realizando una tenotomía en cruz del tensor de la fascia lata.

 

Este procedimiento puede llevarse a cabo mediante cirugía endoscópica o abierta. En la cirugía endoscópica, se realizan pequeñas incisiones para introducir una cámara y herramientas que permiten llevar a cabo la tenotomía.

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