Anomalías de la pared torácica

Escrito por:

Dra. Laura Pérez Egido

Cirujana Pediátrica

Publicado el: 14/12/2022
Editado por: Mireia Frias


¿Qué anomalías congénitas se pueden presentar en la caja torácica?

La mayoría de las malformaciones de la caja torácica se producen por un crecimiento excesivo de los cartílagos costales, que provocan una depresión o una protuberancia en el tórax. Las malformaciones más frecuentes son el Pectus Excavatum y el Pectus Carinatum.  

 

La malformación de la pared torácica más frecuente es el “tórax en embudo”, “excavado”, “hundido” o “Pectus Excavatum”, que consiste en una depresión de la pared torácica anterior. Según la profundidad y extensión del defecto podemos encontrar pectus leves, que sólo condicionen una alteración estética, o pectus graves, que condicionen una compresión del sistema respiratorio y cardiovascular.

Las malformaciones pueden producirse combinadas con otras anomalías
que provocan una asimetría de la pared torácica

La segunda malformación más frecuente es el Pectus Carinatum o “tórax en quilla”, en la que se produce una protrusión de los cartílagos costales y el esternón. Esta malformación, a diferencia del Pectus Excavatum, no suele presentar alteraciones cardiopulmonares y los síntomas más frecuentes son los psicológicos y las alteraciones estéticas.

 

Estas anomalías pueden producirse en solitario o incluso combinadas, dando lugar a malformaciones mixtas que conllevan una asimetría de la pared torácica.

 

¿Cuándo aparecen estas anomalías?

Estás anomalías pueden observarse desde en la infancia, suelen progresar con el crecimiento y la edad, siendo en los periodos de crecimiento rápido, (como en la peri-adolescencia), cuando más cambios vemos en ellas.

 

¿Qué hay que hacer cuando se diagnóstica una malformación de la pared torácica?

Es importante que cuando un paciente en edad pediátrica es diagnosticado de una anomalía torácica sea referido a Cirugía Pediátrica para la evaluación de la malformación. Es necesario realizar una exploración física y una serie de pruebas diagnósticas para establecer la gravedad de la malformación y su repercusión en el sistema respiratorio y cardiovascular.  En función de la exploración y del resultado de estas pruebas decidiremos el tratamiento más adecuado.

 

¿Cuáles son los tratamientos de las anomalías de la pared torácica?

Dependiendo del tipo de malformación, las anomalías asociadas y la repercusión psicológica del paciente podemos elegir entre varios tratamientos. Cuando las malformaciones no conllevan ninguna alteración en el resto de órganos y no hay una repercusión psicológica, no es necesario realizar ningún tratamiento, pero es importante realizar un seguimiento hasta que termine la adolescencia puesto que estas anomalías suelen ir cambiando con el crecimiento.

 

Cuando el pectus es más grave tenemos tratamientos ortopédicos y quirúrgicos que se pueden emplear para la corrección de la malformación. Dependiendo de si la malformación es un Pectus Excavatum o un Pectus Carinatum cambiará el tipo de tratamiento elegido. En ambos tenemos la opción de un tratamiento no quirúrgico que se basa en la flexibilidad y la complianza de la pared torácica durante el crecimiento, esto nos permite que mediante tratamientos ortopédicos seamos capaces de producir una modificación en el crecimiento de los cartílagos costales.

 

Para más información pide cita con el Dr. Laura Pérez Egido, médico especialista en Cirugía Pediátrica.

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