Alergia al polen no sólo en primavera

Escrito por:

Dr. Javier Subiza Garrido-Lestache

Alergólogo

Publicado el: 23/04/2014
Editado por:


Alergias multiestacionales

Las alergia al polen ha pasado de ser estacional a multiestacionale. Además de estar muy presente en primavera, aparece durante el invierno y el verano, lo que antes era un episodio de sólo un mes se ha convertido en un problema que va desde enero hasta julio.

Los factores que han contribuido a esta multiestacionalidad son  el incremento de los árboles ornamentales (como los plataneros, cipreses…) y la dieselización (el uso cada vez más común de vehículos diésel). Estos cambios, tan presentes en las grandes ciudades, son la clave del aumento de las alergias que ha habido en España en los últimos años. Cuando los gases del diésel entran en contacto con las proteínas del polen, hacen que estas sean aún más virulentas. El polen afecta a las vías respiratorias del ciudadano sensibilizándolas, volviéndolo más propenso a la alergia.  Por este motivo en las grandes ciudades, al estar más contaminadas, hay una prevalencia de las sensibilizaciones a los diferentes tipos de polen, en zonas muy contaminadas la alergia al polen es tres veces mayor que en zonas rurales dónde hay menos polínicos por contaminación.

 

Alergias que varían según la zona geográfica 

El tipo de alergia al polen varía según la zona geográfica de España en la que nos encontremos. Mientras en el norte, las alergias más importantes son la alergia a las gramíneas durante los meses de marzo, junio y julio, en las zonas del centro de España, predominan las alergias a los cipreses y los plataneros. En cambio en el sur, el olivo es el que más afectados deja.

 

El tipo de alergia al polen varía según la zona geográfica de España

 

Por este motivo y con el objetivo de evitar riesgos, para las personas alérgicas al polen es muy importante el conocimiento previo de la zona cuando se viaja. En www.polenes.com, la página web de la Sociedad Española de Alergias, se puede encontrar el tipo de polen que afecta a cada zona. 

 

La predisposición a las alergias

Para que uno sea alérgico es necesaria una predisposición genética, que es mayor si ambos miembros de la familia (padre y madre) son alérgicos. Si además son alérgicos a algún tipo de polen, la probabilidad aumenta. Otro de los factores que más influye en la predisposición a sufrir alergias es el tabaco durante el embarazo. 

La contaminación por la combustión de petróleo también afecta negativamente en la calidad de vida. Hubo un cambio en el  tipo de contaminación, que incrementó cuatro veces más la sensibilización de los ciudadanos a las alergias de polen. Esto se produjo cuando se pasó de utilizar como fuente el carbón (al producir bronquitis crónicas) al petróleo, lo que hizo que hubiera esta subida notable de casos de alergias.

 

La rinitis alérgica, una de las manifestaciones más violenta

La rinitis alérgica es una de las manifestaciones más agresiva de la alergia al polen. Los síntomas son como los de una gripe severa  (congestión nasal, catarro,…) y duran hasta cuatro meses. La alteración que puede provocar se considera peor que un infarto de miocardio en cuanto a calidad de vida se refiere.

 

Recomendaciones y tratamientos para prevenir y paliar las alergias

Para evitar la rinitis alérgica, entre otros, existen tres tipos de tratamientos: 

1. La evitación: En la medida de lo posible, el paciente debería desplazarse a la costa o a zonas libres de contaminación para no respirar aires tan polinizados. 

2. Tratamientos Sintomáticos: Consiste en la administración de corticoides o similares para mejorar y calmar los síntomas del paciente alérgico.

3. Tratamientos Curativos: Este tipo de tratamiento es el conocido como “las vacunas de la alergia”. Estas consiguen modificar el sistema inmunológico del paciente de forma permanente, el grado de alergia llega a disminuir entre un 20% y un 80%. 

Además de los tratamientos que existen para las alergias, hay consejos prácticos para prevenir los riesgos entre las personas alérgicas:

- Cerrar ventanas, evitar el campo, ir cerca del mar,… Siempre que sea necesario se deben aplicar las medidas de evitación de pólenes.

- Saber cuándo hay que iniciar y finalizar el tratamiento sintomático.

- Acudir al especialista ya que éste sabrá con exactitud qué pólenes están presentes en la atmósfera durante el periodo en el que el paciente presenta los síntomas. Este hecho es de crucial importancia, pues de ello dependerá en gran medida la eficacia de la vacunación. Sólo con una vacuna que contenga el polen o pólenes verdaderamente relevantes en la enfermedad del paciente en cuestión, se obtendrá unos resultados satisfactorios.

- Planificar los viajes que se vayan a hacer, consultando el tipo de polen que hay en el lugar de destino. Por ejemplo un madrileño con un asma bronquial estacional moderado por alergia al polen del olivo, podría visitar Jaén sin ningún problema durante las vacaciones de Semana Santa, pero por el contrario sería peligroso que lo hiciera en Mayo o Junio.

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