¿Afecta la introversión al desarrollo personal?

Ser introvertido o extrovertido no es ni bueno ni malo, ya que ambos son rasgos de personalidad con los cuales nacemos, es decir, no lo elegimos, sino que tiene una carga genética normalmente heredada de los padres.

A grandes rasgos, un niño/a introvertido/a es reservado y callado con desconocidos; un/a niño/a extrovertido/a es abierto y charlatán. La cuestión no es el grado de introversión o extroversión. Ambos rasgos en exceso no son buenos.

¿Cómo puede afectar a las relaciones familiares y escolares durante las edades más tempranas?

Afecta principalmente a la socialización, sobre todo al niño/a introvertido/a, porque le cuesta relacionarse fuera de su círculo familiar y entablar nuevas relaciones con desconocidos.

También afecta a la construcción de su identidad personal, pues los niños introvertidos o tímidos suelen ser inseguros, temerosos y desconfiados. Los extrovertidos, al contrario, van a tener gran facilidad para relacionarse y afán de liderazgo.

¿Cuándo es necesario acudir a consulta?

En general, en el caso del niño/a introvertido/a, hay que indicar que son muy vulnerables a los comentarios o acontecimientos del “exterior”, como los compañeros/as del colegio, los comentarios de los profesores/as, etc.

Cuando los padres observan limitaciones o dificultades en la realización de las actividades de la vida diaria del hijo/a, como negarse o evitar ir al colegio, ir al parque, acudir a una excursión, etc., se debería acudir a un/a especialista en psicología infantil, puesto que son conductas de evitación-rechazo que el niño/a introvertido/a genera por miedo a que le pueda pasar algo malo y se sienta especialmente inseguro/a e indefenso/a en situaciones tan cotidianas como ir a sitios o conocer personas nuevas. De esta manera, su preferencia va a ser jugar siempre en casa con la familia. También, puede presentar alteraciones del sueño, alimentación o estado de humor porque pueden estar enmascarando conductas de ansiedad-depresión.

¿Cuáles son los casos más destacados en su consulta? 

En la consulta hay varios tipos de situaciones. Sin embargo, las más destacadas son el acoso escolar y el mutismo selectivo.

En el caso del acoso escolar, el paciente ha sido la víctima. En concreto, era un caso de un niño de 8 años que, durante dos cursos, estuvo sufriendo burlas y comentarios obscenos por un grupo de compañeros. No dijo nada por miedo a que le pegaran o a que se quedara sin amigos. Su vergüenza extrema le hacía mantenerse en una actitud de sumisión que cursó hacia un cuadro de trastorno de ansiedad infantil, llevándole, incluso, a afectarle a su rendimiento escolar de manera muy negativa.

Otro de los casos es el mutismo selectivo, un tipo de fobia social que se manifiesta cuando el niño o la niña deja de hablar fuera del ámbito familiar causado por una ansiedad que le paraliza y le impide hablar. Este caso fue una niña de 10 años que desencadenaba conductas de pánico al ir aproximándose al centro escolar, provocando que estuviera sin asistir al colegio durante un curso escolar y que generalizó con el miedo a salir de casa. Cualquier contacto fuera del ámbito familiar le activaba un cuadro de fobia grave.

Ambos casos, actualmente, han mejorado tras recibir la psicoterapia correspondiente.

¿Cómo influye el ámbito familiar y escolar?

En primer lugar, es importante señalar que, en la época de la pandemia de COVID-19, se activaron muchos cuadros clínicos de fobia social en niños que eran de carácter tímido.

Actualmente, los profesionales en Psicología Clínica infantil estamos atendiéndolo, ya que la secuela emocional a este tipo de niños les ha afectado mucho en sus relaciones familiares, escolares y sociales.

Para su evolución es imprescindible la colaboración de la familia y del colegio en las conductas de socialización y aprendizaje. Por eso, se deben de llevar a cabo terapias psicológicas multidimensionales, donde el/a psicólogo/a clínico infantil es quien diseña pautas específicas para la casa, el colegio y el niño, cuyo objetivo de lograr el bienestar psicológico y emocional del/a menor.