Técnicas de medicina regenerativa mediante infiltración de monocitos

Los monocitos y macrófagos son los primeros en responder ante el daño tisular y son indispensables en el proceso de regeneración tisular.

Los monocitos antiinflamatorios tienen una actividad pro-regenerativa que influye positivamente en la remodelación de la matriz, la angiogénesis y los procesos antifibróticos.

¿Cómo se obtienen los monocitos?

Los monocitos se obtienen por filtración por gravedad, mediante un circuito cerrado de la sangre extraída del paciente.

Posteriormente se depositan en la articulación, tendón o ligamento dañado mediante una infiltración que, preferiblemente, ha de ser guiada por ecografía para cerciorarse de localizar la zona dañada en particular.

¿Qué cuidados debe seguir el paciente después de la infiltración?

Posteriormente a la infiltración, el paciente debe hacer reposo relativo durante 24-48 horas y no tomar antiinflamatorios convencionales para no interferir en el proceso regenerativo.

Inicialmente el paciente puede notar cierta analgesia por la liberación de citoquinas y mediadores antiinflamatorios, pero el efecto definitivo puede tardar hasta 3 o 4 meses en hacerse notar.