Superar una adicción es posible

La adicción es una enfermedad que afecta la estructura y el funcionamiento del cerebro, alterando su funcionamiento. De una manera sencilla y práctica, una adicción se define como la pérdida de la libertad por parte de la persona y la falta de capacidad de decisión y autocontrol.

Existen diferentes tipos de adicciones, por una parte está el consumo compulsivo de sustancias psicoactivas como la cocaína, el cannabis, la heroína, las pastillas y el alcohol. Aunque también se pueden desarrollar conductas adictivas relacionadas con las nuevas tecnologías como móviles, internet y videojuegos, o la adicción al juego, conocida como ludopatía.

Según el informe Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España, elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, la sustancia que más se consume en España, después del tabaco, es el alcohol, seguido de los hipnosedantes, tranquilizantes, somníferos y, después, el cannabis.

En cuanto al consumo por sexos, existe un porcentaje más alto de adicción al alcohol por parte de los hombres. Por otro lado, las mujeres desarrollan conductas más adictivas hacia los tranquilizantes, los somníferos y los hipnosedantes.

“Existen varios motivos por los que una persona puede desarrollar una adicción. Una de las razones puede ser porque la persona comienza a consumir como una vía de escape a sus problemas”, explica Marta Ricondo, especialista en Conductas Adictivas de Triora.

¿Qué tener en cuenta para superar una adicción?

Superar una adicción no es fácil y es necesario un gran esfuerzo. Lo primero que hay que hacer es pedir ayuda, ya sea a la familia o al entorno más cercano. Lo que está claro es que superar una adicción no se puede hacer solo, se necesita la ayuda de un equipo profesional y especializado en adicciones.

“Durante el tratamiento, el equipo médico-terapéutico ayuda al paciente a desarrollar una mayor conciencia de sí mismo y comprender mejor su problema de adicción, desarrollar nuevos patrones de comportamiento y adquirir habilidades para comprender mejor el entorno y evitar una recaída”, explica la experta de Triora.

La importancia de la familia

Sufrir de una adicción no solo tiene efectos en la persona que la sufre, sino también en sus seres queridos. “Es muy importante que las familias formen parte del tratamiento porque genera grandes beneficios en la recuperación de la persona”, comenta Marta Riconodo de Triora Adicciones, “ya que al estar involucradas logran comprender cómo funciona la enfermedad y cómo pueden sobrellevarla. En Triora proporcionamos apoyo profesional y confidencial a familiares, parejas y amigos de personas con un problema de adicción porque sabemos el beneficio que tiene para ambas partes”, asegura.

Una adicción es una presión en cualquier relación personal, además si la situación se prolonga durante un periodo largo, la tensión y el estrés puede suponer problemas psiquiátricos o psicológicos para el círculo más cercano.

La ayuda familiar ayuda a todos los implicados a entender mejor las dinámicas y a hablar sobre temas delicados que, de otra manera, serían difíciles de tratar. Trabajar con los familiares del paciente hace más fácil el encontrar soluciones para enfocar las tensiones y los problemas de manera positiva.

El momento de dejar tu adicción es ahora

Tomar la decisión de iniciar una rehabilitación es uno de los momentos más importantes en la vida de estos pacientes. “Una vez que has aceptado tu problema y sabes que necesitas ayuda, es el momento de encontrar un lugar en el que comenzar la recuperación. Por ello es importante valorar el tratamiento, pero también la experiencia del equipo médico-terapéutico que te ayudará”, recomienda la especialista de Triora Adicciones.

Para los expertos de Triora, la clave de la recuperación está en “enseñar a los pacientes una nueva forma de ver la vida. En Triora, aplicamos un modelo de tratamiento integral que involucra los pilares fundamentales del bienestar de la persona: cuerpo, mente y valores, a la vez que incluimos a las familias dentro del tratamiento”.

El tratamiento de Triora incluye de entre 4 a 12 semanas intensivas en las clínicas. El programa se acompaña de un seguimiento con terapias individuales y grupales que siguen tras la alta médica. Cada paciente tiene el apoyo de un terapeuta personal que le ayuda a desarrollar su plan de recuperación, además de acompañar a la familia y los amigos durante el tratamiento.

¿Y después del tratamiento… qué?

Cuando termina el tratamiento de rehabilitación, empieza una etapa que permite al paciente disfrutar de su nueva vida.

“La vuelta a la vida real es el momento en que la persona aplica todo lo que ha aprendido durante su tratamiento y, aunque esto es retador, la satisfacción de haberlo superado y su empeño hará que valga la pena vivirlo”, señala Ricondo.

Desde Triora se realiza un programa de seguimiento continuado, bien de forma ambulatoria, con grupos de ayuda y sesiones terapéuticas, o bien a través de sesiones de videoconferencia altamente seguras para pacientes y familiares, también una vez que han abandonado la clínica.