¿Cómo se desarrolla una hernia discal lumbar?

Pubblicato: 23/12/2019

Editor: Alicia Arévalo

La hernia discal es una lesión del disco intervertebral que produce una rotura del anillo fibroso externo del mismo, permitiendo el prolapso o salida del núcleo gelatinoso al exterior.

Mientras que en la protrusión se produce un abombamiento o daño del disco por el empuje y presión del núcleo hacia el anillo, la hernia discal implica la rotura y expulsión de este al exterior, penetrando en canal medular y generando dolor. Cuando una hernia discal es de gran tamaño o se encuentra migrada (desplazada) puede comprometer el espacio en el canal medular y presionar la raíz nerviosa provocando parestesias, pérdida de fuerza y dolor a lo largo del recorrido del nervio.

¿Existen diferentes tipos de esta afectación?

En el desarrollo de la hernia hay varios grados:

Protrusión o prolapso discal: cuando el núcleo pulposo migra a través del anillo fibroso puede quedar confinado dentro de los límites de esas fibras del anillo y ser contenido por el ligamento común posterior.
Hernia discal con extrusión discal: cuando el anillo se rompe y el material del núcleo sale más allá de los límites del anillo y además rompe el ligamento común posterior.

Como consecuencia de estos procesos se producirá una compresión en los elementos nerviosos situados en el canal raquídeo a ese nivel. Un ejemplo es la compresión del nervio ciático, cuyas raíces salen de la región lumbar baja.

¿Qué síntomas presenta una hernia discal de la zona lumbar?

Los síntomas generales generalmente incluyen uno o una combinación de los siguientes:

Dolor de pierna (ciática), lo que puede ocurrir con o sin dolor lumbar. Normalmente, el dolor en la pierna es peor que el dolor lumbar.
Entumecimiento, pérdida de fuerza y parestesias (hormigueo en la pierna).
Dolor lumbar o dolor de espalda y en los glúteos.
Pérdida del control de esfínteres (poco frecuente), que puede ser una indicación de una afección médica grave llamada síndrome de la cola de caballo.

Diagnóstico de la hernia discal

Para diagnosticar una hernia discal, el especialista en Fisioterapia llevará a cabo un reconocimiento médico de la columna vertebral lumbar y de las extremidades inferiores. Según la región en la que se localizan los síntomas del paciente, el especialista buscará posibles entumecimientos o pérdidas de sensibilidad.

Además, examinará los reflejos musculares, que pueden haberse visto afectados y ser más lentos o incluso haber desaparecido. Estudiará también la fuerza muscular del paciente y la forma de la curvatura de la columna.

*Compresión del nervio por la hernia discal.*

Por otro lado, también se podrá solicitar al paciente que se siente, pare o camine, que se doble hacia delante, hacia atrás o hacia los lados y que mueva el cuello, los hombros o las manos. Los exámenes diagnósticos que pueden verificar la existencia de una hernia discal son:

Una electromiografía que determinará cuál es la raíz nerviosa afectada y dónde se comprime.
Una resonancia magnética que mostrará si existe presión sobre la médula.
Por último, también se podrá realizar una radiografía de la columna para descartar otras afecciones que causen el dolor.

Tratamientos de Hernia Discal Lumbar

Antes de realizar cualquier tipo de tratamiento es importante valorar la gravedad de la lesión y el nivel de síntomas para poder encontrar el tratamiento más adecuado.

Estos son los tratamientos más comunes: