El ejemplo de la Dra. Villares en la reposición para la mejora de la flaccidez en el óvalo facial
Escrito por:La Dra. Villares siempre comenta que no se aplicaría una técnica que no fuese bien. Por eso únicamente aplica los tratamientos cuando comprueba por sí misma que funcionan y que los resultados son buenos y naturales.
Desde hace dos años ha querido probarlo en sí misma para evaluar el resultado de los hilos mágicos de PDO en el cuello y óvalo facial. En esta serie de fotografías de los años 2013, 2014 y 2015, de comparativa visual, se muestra el resultado.
Actualmente, la medicina estética ofrece una amplia gama de tipos de hilos tensores que varían por su forma de adaptarse a los diferentes tipos de piel. Todos ellos tienen la ventaja de que apenas producen inflamación y son reabsorbibles.
Hace unos años dichos hilos tensores, de PDO (polidioxanona), eran los más utilizados. Se trataba de monofilamentos lineales, estimuladores de colágeno para redensificar la piel y para lograr más tensión. Actualmente, se combinan con otros hilos de forma espiculada (como si fueran espinas de pescado). Existen otros con forma de tornillo (screw o tornado), y los de más reciente aparición: tipo mixto (tornado - espiculado). El objetivo común de todos ellos es crear una red subdérmica de mayor densidad y soporte para conseguir un efecto lifting de mayor duración y efecto tensor.
Con los hilos tensores se dispone de una novedosa arma terapéutica inductora de colágeno, fácil, rápida y que actúa fortaleciendo el tejido del sostén de la piel.