Combatiendo el cáncer de útero a través de las vacunas

Cada día mueren en Europa cuarenta mujeres, dos de ellas en España debido al cáncer del cuello de útero, el cual está causado por el virus del papiloma humano (VPH). En el 99,7% de los cánceres de cuello de útero existe ADN del virus de papiloma y están asociados a la aparición de lesiones genitales externas (verrugas genitales o condilomas), a otros cánceres anogenitales y orofaríngeos en hombres y mujeres. La transmisión es por contacto sexual y se calcula que el setenta por ciento de los hombres y las mujeres sexualmente activos han estado expuestos a estos virus en algún momento de su vida, sobre todo en la juventud.

El segundo cáncer más frecuente entre mujeres jóvenes

La incidencia de este tipo de cáncer en Europa es muy elevada: es el segundo cáncer más frecuente entre mujeres jóvenes (entre quince y cuarenta y cuatro años). Durante muchos años, la única forma eficaz de combatirlo fue la detención precoz de las lesiones precancerígenas mediante citología rutinaria y el seguimiento de las lesiones de bajo riesgo por colposcopia o el tratamiento quirúrgico de las lesiones de alto riesgo. ‹‹Actualmente, —comenta la Dra. Vior— el modo más efectivo de combatir el cáncer de cuello de útero es mediante la vacunación, pues tras más de una década de investigación, en el año 2006 se comercializaron dos vacunas frente al VPH››. En el momento actual, existen tres vacunas diferentes autorizadas para la prevención de la infección de los VPH responsables del setenta-noventa por ciento de las lesiones premalignas y malignas del cuello del útero. Por ello se han incorporado en los programas de vacunación sistemática en la mayoría de países desarrollados. La administración de dichas vacunas permite:

• Salvar vidas impidiendo la infección por el virus.
• Reducir el número de lesiones de bajo grado, que no progresan a cáncer, pero que precisan mayor número de consultas con colposcopia y biopsia.
• Reducir el número de tratamientos quirúrgicos (conizaciones e histerectomías).
• Reducir el número de mujeres que se someten a tratamientos de lesiones genitales externas.

Vacunación a partir de los nueve años

Las recomendaciones de Salud Pública se dirigen a niñas y jóvenes antes del inicio sexual para obtener el máximo potencial preventivo. En España las tres vacunas están indicadas a partir de los nueve años. Son dos dosis en adolescentes de nueve a catorce años y tres dosis a partir de los quince años de edad. En mujeres de más edad que ya hayan tenido lesiones premalignas y conización, está indicada la vacunación para protegerlas de nuevas lesiones producidas por otros serotipos de VPH. Las reacciones adversas más frecuentes son: dolor en el punto de inyección, inflamación, astenia, cefalea, mareo y fiebre. Tanto la OMS como las sociedades científicas de pediatría y ginecología las recomiendan por su alta eficacia y su seguridad.