Видео GenesisCare
Conoce a fondo GenesisCare, el especialista líder en tratamientos de cáncer. La compañía, que cuenta con la mayor y más completa plataforma tecnológica del país, ofrece una atención integral y personalizada con los tratamientos médicos más avanzados en Oncología Médica y Oncología Radioterápica.
La SBRT es una técnica de radioterapia que consiste en dar muchísimas dosis en muy pocas sesiones, lo que nos permite concentrar toda esa dosis en un punto en concreto. Históricamente se ha utilizado para múltiples localizaciones en muchas partes del cuerpo, como los pulmones o como en las metástasis ganglionares en múltiples sitios. Lo interesante de este proyecto es que con la introducción de un hidrogel entre el espacio entre la próstata y el recto, nos permite aplicar este tipo de técnica para el tratamiento del cáncer de próstata, reduciendo mucho el número de sesiones.
En cuanto a los riesgos derivados propios de la inserción del hidrogel, pues decir que los riesgos son casi nulos ya que la inserción se realiza mediante una única punción en un medio estéril, como es un quirófano. Dura aproximadamente unos 15 minutos y es totalmente ambulatoria. A las 3-4 horas los pacientes están en su casa tranquilamente sin ningún efecto secundario. Y, en cuanto al tratamiento con SRBT, no deja de ser un tratamiento con radioterapia, pero sí que reflejan los datos que tiene menos efectos secundarios que otras técnicas más utilizadas para este tipo de tratamiento.
Podemos administrar este tratamiento en solo cinco sesiones. Comparado con los otros tipos de tratamiento para este cáncer, que están en torno a las 28, 30. Y que es un proceso totalmente ambulatorio. El paciente, tanto con la inserción del hidrogel como con las sesiones de tratamiento, cuando acaba se va para casa y va a hacer una vida total y absolutamente normal. Otro de los grandes beneficios es que conseguimos disminuir las disfunciones sexuales urinarias e intestinales.
El proceso consiste en seleccionar determinados pacientes con cáncer de próstata para la colocación de un hidrogel espaciador. El paciente ingresa en quirófano y se le coloca anestesia epidural o raquídea, que consiste en anestesiar el cuerpo de la cintura hacia abajo, o anestesia general. Luego, guiados por ecografía, introducimos vía transperineal el hidrogel entre la próstata y el recto. Esto nos crea un espacio que va a permitir el tratamiento del cáncer de próstata con radioterapia a altas dosis. Este tratamiento de radioterapia a altas dosis se llama SBRT y permite realizarlo en cinco sesiones con poca toxicidad y alta precisión garantizando así el éxito del tratamiento. El hidrogel garantiza un espacio entre recto y próstata hasta en tres meses. A partir de los tres meses y hasta el sexto mes comienza a reabsorberse, y al sexto mes ha desaparecido completamente del cuerpo. No hay necesidad de extraerlo.
GenesisCare es el proveedor de radioterapia más grande del mundo, una opción de tratamiento de excelencia para los pacientes con cáncer, y brinda a los pacientes acceso a diagnósticos, oncología médica, oncología quirúrgica, radioterapia y terapias novedosas junto con la capacidad de participar en los últimos ensayos clínicos.
El Dr. Nagore habla de los últimos avances en radioterapia.
El cáncer de piel es una enfermedad oncológica en la que se producen células malignas en la piel. Existen dos tipos: el cáncer de piel de tipo no melanoma y el de tipo melanoma. Se trata del tumor más frecuente en el ser humano y el número de casos nuevos al año está aumentando. Existen múltiples factores de riesgo para padecer este tipo de cáncer. El más importante es el estar expuesto a las radiaciones ultravioleta de la radiación solar de la luz. Esto hace que se produzcan una serie de mutaciones en nuestro ADN que se van acumulando y con el tiempo pueden hacer que genere un tumor cutáneo. Otros factores de riesgo pueden ser: tener un fototipo 1 o 2, es decir, tener la piel muy clara; el propio envejecimiento de la población, el estar inmunodeprimido (por ejemplo, en pacientes que estén sometidos a un trasplante o que tengan medicación inmunosupresora); estar expuestos a agentes tóxicos o el recibir radiaciones ionizantes en la infancia. También el consumo de tabaco produce cáncer a nivel del labio, además de en otras localizaciones. Asimismo, otro factor de riesgo importante sería el hereditario, pues existen algunas enfermedades en las que hay una alteración de los mecanismos de reparación del ADN, que hacen que sean más propensos a padecer tumores cutáneos.
Existen grandes diferencias entre el cáncer de piel de tipo melanoma y de tipo no melanoma. El cáncer de piel de tipo no melanoma es un cáncer que se basa en carcinomas escamosos y basocelulares y proviene de las células escamosas y basales de la epidermis. Es el tumor más frecuente a nivel cutáneo y es un tumor que tiene buen pronóstico, dado que las alternativas terapéuticas de tratamiento tienen altas tasas de curabilidad. Sin embargo, no hay que dejarlos evolucionar porque pueden llegar a tener mal pronóstico. Por otro lado tenemos el cáncer de piel de tipo melanoma, que se produce a partir de los melanocitos, que son unas células que se encargan de producir la melanina. Esta melanina nos protege de las radiaciones ultravioleta y también eso es lo que nos da el bronceado en la piel. El melanoma es un tumor muy infrecuente pero se tiene que detectar y tratar de manera precoz ya que tiene un comportamiento mucho más agresivo que el otro tipo de cáncer de piel, sobre todo por su capacidad de generar metástasis, es decir, de propagarse a otras partes del organismo.
Existen múltiples alternativas para el tratamiento de cáncer de piel de tipo no melanoma, y el optar por una u otra va a depender de múltiples factores. Por eso es muy importante el manejo multidisciplinar en comités de tumores de estos pacientes. Entre las alternativas que podemos tener están las terapias tópicas, la terapia fotodinámica, la crioterapia, el curetaje y la electrodesecación y, fundamentalmente, los tratamientos que más se aplican para este tipo de cánceres: la cirugía, ya sea de escisión o cirugía de Mohs, y la radioterapia. Hay que destacar que GenesisCare, una compañía dedicada específicamente al tratamiento del cáncer y cuya procedencia es australiana (uno de los países con mayor incidencia de cáncer de piel en todo el mundo), está exportando e innovando para el tratamiento de este tipo de cáncer y aplicando técnicas novedosas, como radioterapia de última generación y el uso de la V-MAT o arcoterapia volumétrica de intensidad modulada. El tratamiento de cáncer de piel de tipo no melanoma con V- Mat se basa en utilizar una tecnología que se utilizaba, o que se utiliza, para tumores de otras localizaciones en el cáncer de piel, y lo que nos permite es tratar grandes superficies o tumores que son muy profundos con unas partículas que se denominan fotones. Esto permite tratar tumores que antes no se podían tratar bien con otras técnicas como podrían ser los electrones o braquiterapia.
Con esta técnica de radioterapia de última generación podemos tratar tumores cutáneos de tipo no melanoma de manera no invasiva, es decir, sin cirugía. Se puede aplicar en pacientes que no desean pasar por el quirófano y en pacientes que no son candidatos a una cirugía porque no pueden ser anestesiados o bien porque tienen enfermedades que impiden que se les opere. Asimismo, nos va a evitar cirugías que puedan ser muy mutilantes en las que haya que cortar parte de la nariz, de algún miembro y también nos va a evitar que los pacientes se sometan a cirugías que sean muy complejas, en las que se requieran injertos, colgajos o técnicas que son muy complejas para los cirujanos.
La radioterapia tradicionalmente se utiliza para procesos neoplásicos. Es bien sabido por parte de los oncólogos radioterápicos que la dosis, a dosis baja, tiene un efecto antiinflamatorio. Este efecto antiinflamatorio -que no es algo que se haya descubierto ahora, sino que desde el principio del siglo XX se ha ido observando y que ya tiene una cultura establecida en países centroeuropeos-, es muy importante y muy necesario en los tratamientos como procesos ósteodegenerativos musculoesqueléticos, en especial la artrosis. La artrosis es una enfermedad con una gran incidencia dentro de nuestra sociedad debido a la alta edad que tienen nuestros pacientes, y que la radioterapia puede producir un efecto antiinflamatorio complementario a esos medicamentos que toma la población de edad avanzada para quitar ese dolor. ¿Qué buscamos con ello? Pues mejoría del dolor aumento de su capacidad funcional. Muchas veces el problema de estos pacientes es la dificultad para caminar, e intentar reducir esta cantidad de medicación que toma. Además, con el efecto antiinflamatorio en los pacientes artrósicos, en ocasiones puedes evitarte incluso la cirugía de recambio de prótesis en las articulaciones. Asimismo, la radioterapia en personas de menos edad puede ser utilizada en fascitis plantar y en procesos de inflamación de tendones (como tendinitis crónica, bursitis, síndrome del codo de tenista), con lo que busca recuperar una actividad deportiva del paciente que normalmente estaba acostumbrado y que la radioterapia puede ser una alternativa a la toma de medicación. También el proceso o el efecto antihiperproliferativo en los queloides, cicatrices exageradas tras la cirugía, el añadir radioterapia puede reducir esa hiperproliferación cicatricial. En resumen, la radioterapia a dosis baja lo que puede producir es un gran beneficio en la artrosis, en el beneficio del dolor, de la capacidad funcional, de la calidad de vida, mejoría en las tendinitis crónicas o procesos inflamatorios crónicos de pacientes de cualquier edad y mejoría en cuanto a la profilaxis de los queloides.
Si bien conocemos el efecto de la radiación en las enfermedades tumorales y sabemos que a medida que aumenta la dosis parece que tienen un mayor efecto antineoplástico y, además, paradójicamente, produce una mayor inflamación en los tejidos sanos, la radioterapia a dosis baja, cuando es una dosis menor de la que utilizamos para estas enfermedades tumorales, tiene un efecto antiinflamatorio. Se produce una vasodilatación, una serie de cadenas en cuanto a la reacción inflamatoria, y lo que se produce es una disminución de esa inflamación, con lo cual mejora el dolor y mejora la capacidad funcional.
Si bien la radioterapia a dosis bajas no presenta una contraindicación en cuanto a la edad, la incidencia de estos procesos a los que tratamos, como es la artrosis, lleva aparejado normalmente una edad avanzada. Esto hace que la mayoría de nuestros pacientes, a partir de los 60 años, sean los más candidatos al tratamiento con radioterapia. Es verdad que pacientes que tienen diagnosticada artrosis en edades más tempranas también se podrían beneficiar de este tratamiento, pero normalmente acuden primero a otras alternativas como recambios de articulaciones, antiinflamatorios o fisioterapia, siendo por ahora la radioterapia un proceso que se ve más empujado a un segundo plano después del fracaso de estos tratamientos. Lo importante de este mensaje es que la radioterapia puede ser una alternativa complementaria a estos tratamientos, no tendría por qué verse en el último lugar de las opciones y la radioterapia pues podría darse en todas las edades. En el caso de las artrosis en pacientes de edad avanzada, en el caso de otros procesos inflamatorios, como en pacientes deportistas, en edades más tempranas.
La dosis de radioterapia que se emplea en estos procesos es bajísima. Ni en nuestra experiencia propia, ni en la literatura registrada por otros centros, se ha descrito ninguna toxicidad ni ningún problema secundario al tratamiento. Si bien es cierto, la oncología radioterápica es una especialidad muy preocupada por el riesgo de posibles complicaciones, el hecho de que tratemos de un proceso benigno nos hace tener una auditoría de nuestros tratamientos y tenemos muy bien reflejado la posibilidad de que pueda tener efectos secundarios. En nuestros tratamientos con esta dosis tan bajita es muy raro, por no decir imposible -imposible no hay nada en la vida- ver una toxicidad relativa. El riesgo de producir un segundo tumor debido a la radiación es menor de cero coma cero cero cero seis por ciento de posibilidades de producirse, casi igual que la población normal. Con lo cual, sumado a que la mayoría de los tratamientos es en poblaciones mayores, que no van a tener ese riesgo de carcinogénesis y que la toxicidad aguda ni siquiera es una epitelitis grado 1, el tratamiento es muy seguro, aparte de eficaz.