Tratar el dolor de manera efectiva

Escrito por: Dr. Juan Luís Lima Gil
Publicado: | Actualizado: 06/03/2019
Editado por: Carlota Rincón Muñoz

El dolor es definido como una desagradable experiencia sensorial y emocional con daño tisular verdadero o potencial y una sensación disfórica y displacentera. El cuerpo responde a esa señal de alerta de daño para prevenir o aliviar mayores consecuencias. Un dolor no aliviado o mal tratado puede llegar a tener consecuencias más allá del sufrimiento momentáneo, produciendo un retraso en la curación, alterando el sistema inmunológico, la respuesta ante el estrés, produciendo síntomas vegetativos emocionales como depresión y una posible alteración del sistema nervioso periférico en su interpretación en el cerebro. Todo esto desemboca en el riesgo de crear una situación de dolor crónico.

 

¿Por qué aparece el dolor crónico?

Ampliamente demostrado en estudios epidemiológicos de la O.M.S., aproximadamente el 40% de los dolores no se tratan de manera apropiada, siendo esto aún peor en países subdesarrollados. La falta de entendimiento, conocimiento y formación en gran parte de los especialistas de atención primaria o quirúrgica, así como una cautela en el uso de dosificaciones inadecuadas de los medicamentos y técnicas analgésicas, son el origen del problema en síndromes dolorosos agudos o crónicos no diagnosticados o que no se han tratado bien.

Hoy en día es inconcebible que existan estados dolosos persistentes no tratados, causando angustia al paciente y sufrimiento a sus familiares. Los especialistas y médicos generales deben evitar su monopolización, reconocerlo tempranamente y referir a los pacientes para su prematuro diagnóstico, tratamiento y ulterior seguimiento, a específicas multidisciplinarias Unidades del Dolor. El tratamiento temprano de un estado doloroso puede prevenir y simplificar que se convierta en un síndrome doloroso y su posterior cronificación debida a los cambios neuroplasticos de adaptación ante un trauma del sistema nervioso.

El dolor puede llegar a ser por sí mismo una enfermedad

¿Cómo se puede abordar la patología de dolor crónico?

El dolor puede llegar a ser por sí mismo una enfermedad. Por eso es tan importante un abordaje en su diagnóstico y tratamiento metódico y multidisciplinario y de esta manera, evitar la transformación en un síndrome crónico. Si bien, no siempre es posible o aconsejable erradicar totalmente el dolor, pues a menudo nos sirve como una primera señal de daño interior y protección ante un traumatismo. La magnitud del problema se presenta en el coste personal de padecimiento, sentimiento de incapacidad y depresión emocional, a menudo coste de sufrimiento familiar, absentismo y pérdida laboral, así como, los costes indirectos socio-económicos que produce.

Estudios recientes realizados en la Comunidad Europea presentan que uno de cada cinco ciudadanos está afectado de algún dolor. Además, la prevalencia aumenta con la edad hasta un 47% en los mayores de 65 años, más frecuente en las mujeres; siendo predominante los dolores en las extremidades inferiores, columna lumbar y cervical, y las cefaleas en los más jóvenes. El 29% se automedican sin una satisfacción de su dolencia y el 39% no toma ninguna medida o fármaco. Sufren una interferencia en su actividad diaria el 27% y de aquellos que fueron tratados en una Unidad del Dolor, el 94% se sentía muy satisfecho del tratamiento prescrito.

 

¿Cómo ha evolucionado el tratamiento del dolor?

El manejo del dolor ha evolucionado enormemente con la creación de las Unidades del Dolor. La primera Unidad del Dolor se creó en EE. UU a mediados de los años 60, en España surgió en los años 70, desde entonces, se han creado Unidades de Tercer Nivel en la mayoría de los grandes hospitales. En esta unidad, se diagnostican y tratan en una manera metódica y protocolizada dolores agudos, síndromes dolorosos crónicos lumbares y cervicales no operables, dolor lumbar postoperatorio o síndrome postlaminectomia, radiculopatias, neuralgias periféricas, síndromes dolorosos post-herpéticos, dolores neuropaticos, (origen metabólico diabetes etc.), síndromes miofasciales, postraumatologicos, cefaleas y cefalgias, optimización y seguimiento de dolores oncológicos, dolores pélvico-perineales, síndromes reflejos distróficos simpáticos , artrosico-reumáticos en general.

El tratamiento puede ser conservador farmacológico, que consiste en la optimización y dosificación de los fármacos analgésicos apropiados de forma escalonada o en su caso, si indicado, en técnicas interventivas como infiltraciones periféricas, bloqueos neurales, epidurales, técnicas de radiofrecuencia neural y facetaria, epidurolisis o implantación de neuroestimuladores o bombas de infusión continua de fármacos.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dr. Juan Luís Lima Gil
лечение боли

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